Verdades como puñales en el pecho ¿A quién te llevarías a una isla desierta?

Como os dije el día del estreno de la película que siento hoy en este rincón, la obra de teatro con nombre homónimo escrita por Jota Linares, director también de la cinta me embargó por la sorpresa inesperada que me lleve cuando la lata se abrió y se esparció por toda la sala pequeña del Teatro Lara

Cuatro amigos: Marta, Eze, Celeste y Marcos son cuatro amigos que han vivido inmersos en su propio universo durante los ocho años que compartieron piso en Madrid.

Pero llega un momento en que sus vidas deberán enfrentarse a sus propio futuro antes de que se acabe un caluroso y sofocante verano madrileño.

Durante esa última noche en la casa, muchos de los secretos que mantenían entre ellos y ellas saldrán a la luz destrozando su relación para siempre.

No hay nada peor que los secretos y la falta de sinceridad para que esa relación de cuatro explote de una forma catársica, en la que yo, como espectadora, me vi salpicada y hasta sentía la necesidad de ponerme en medio porque las verdades y el dolor iba y venía como una pelota de tennis.

Con mucho acierto he leído en una crítica que dicen de ella que es la radiografía del fin de una etapa y el inicio de otra en la que no se sabe si estarán juntos y si el estarlo es lo mejor o peor para ellos y ellas, porque con esa cantidad de secretos te duele hasta a ti cada escena, cada palabra, cada gesto.

Va increchendo en intensidad y confesiones hasta llegar a un punto de no retorno en donde la narrativa es básica y efectiva.

LO QUE MÁS ME HA GUSTADO DE ELLA:

- Un guión fuerte, consistente, lleno de secretos visuales que cuando se verbalizan salen como tiros hacia el alma
- Una sombría y calurosa dirección artística
- Jaime Lorente y esa fuerza escénica brutal que grita en cada frase, para mi es uno de esos actores con más valor y camino del cine español
- Andrea Ros y esa ingenuidad y carácter que te golpean
- Un reparto compensado donde la juventud no tiene nada que ver con la fuerza y el talento
- Un banda sonora muy bien acoplada a cada plano que te transporta a otra época de tu vida de forma irremediable
- Ese final aséptico pero lleno de esperanza

Me consiguió enganchar lo mismo que la obra de teatro y sopesar que aunque duela el único camino de la vida solo puede ser la verdad, porque aunque esta duela o de miedo, nos hace seres libres.

¿Queréis verla? ¿Os la recomiendo?

Pues por supuesto a través de Netflix podéis disfrutar de un duelo escénico brutal donde la madurez y los cambios pueden dar mucho miedo.

Muchos besos rinconer@s y nos vemos mañana con un animal escénico tremendo: Blanca Portillo

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