Cuando una persona y de forma muy dolorosa una mujer, decide dar un paso al frente y dar su opinión y trabajar por ella sin miedo al que dirán, llegan los haters, que son seres acomplejados que cuando se ven inundados ante una verdad en la que se ven reflejados no les que da otra que revelarse. Por supuesto como buenos acomplejados que son, lo hacen a través de insultos, amenazas o llegando a denunciar.
Hace 17 años que Pamela Palenciano después de trabajar la relación violenta y de malos tratos que padeció cuando era joven con su primera pareja, emprendió el camino de la educación y la sensibilización de esa pandemia que lleva más de 2000 años en nuestra sociedad, una sociedad patriarcal y un machismo que va pegado a nuestras vidas desde que nacemos, y del que es muy costoso desprenderse.
¿Quién va a querer desprenderse de sus privilegios?
Durante la terapia a la que acudió y en la que el trabajo que allí hizo tuvo que ser muy duro, su psicólogoala dijo una frase que durante estos 17 años lleva acompañando a Pamela, No solo duelen los golpes.
Lo que comenzó como un taller para estudiantes en institutos, colegios, asociaciones... terminó convirtiéndose en un monólogo teatral donde con humor, ironía y dolor, Pamela trata de llegar al espectador y espectadora para que éstas tomen conciencia de las graves consecuencias que conlleva la violencia de género.
Ayer después de casi 9 meses volví a tener un plan de dos fuera de casa, mi chico y yo fuimos al Teatro del Barrio a ver el monólogo y a ver a Pamela y fue un golpe, una cachetada tremenda de realidad y de verdad. Y cuando alguien no miente y cuenta su verdad es difícil no llegar a conectar.
Durante el confinamiento mi chico y yo pudimos ver el monólogo y cuando terminó me quedo con estas palabras que ayer me volvió a repetir cuando salimos "No entiendo porque la gente critica este monólogo, porque o no lo han visto o se ven reflejados en él".
Ayer me puse delante de un espejo que me removió y conmovió, un espejo donde verse y donde encontrar ver reflejados esos privilegios que tengo como mujer blanca y europea, pero también esos problemas que llevan implícitos el haber nacido mujer. Porque debería dar igual haber nacido en un país o en otro, o haber nacido de un género o de otro, pero en el año 2020 seguimos como seguimos y pasa lo que pasa:
- Más de 1.070 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, pero millares de decenas agredidas, violadas o asesinadas por hombres.
- Nos encontramos ante casos como Juana Rivas que le fue retirada la custodia de sus hijos, sin tener en cuenta tanto la voluntad de éstos que no quieren estar con su padre y sin tener en cuenta las denuncias por malos tratos de ella.
- Vemos como un juez pone en duda la palabra de una menor de 12 años en un juicio por abusos sexuales, pero en cambio, enjuicia a una mujer por sacar un coño en procesión.
- Somos testigos a diario de cómo seres humanos llegan a nuestro país, y son metidos en campamentos como si fueran ganado. Y lo peor es ver el racismo que provocan que seres humanos traten de tener una vida mejor. ¿Nos olvidamos tan pronto como los y las españolas tuvieron que huir de España para no morir durante el franquismo?
Y la verdad es que seguiría enumerando un sin fin de elementos, que hacen que la labor de Pamela Palenciano sea imprescindible. No podemos seguir viviendo detrás del falso velo de la igualdad, no podemos y no debemos, me niego a que las niñas de hoy en día tengan que soportar las cosas que muchas llevamos viendo, padeciendo y soportando durante muchos años.
Como os decía ayer me puse delante del espejo, y aunque vi cosas que no me gustaron nada, como por ejemplo un vocabulario y chascarrillos machistas o silencios ante presuntas bromas de un gusto repugnante, vi una Natalia que va abriendo los ojos y tomando muchas más conciencia.
Una Natalia que no tiene miedo a rebatir a esos seres que niegan una violencia tan evidente, que no tiene miedo a defender lo que cree, que no tiene miedo a vivir bajo un velo feminista que aunque me ha traído conflictos internos muy grandes, en el fondo lo que más me ha regalado es la verdad.
Lo que más me gusta del monólogo es ese humor, esa ironía, ese trabajo de voz y cuerpo de Pamela que la verdad que tiene que acabar agotada física y moralmente. Pero también poner el foco en esa violencia tan silenciada y tratada durante muchos años como algo sin importancia, y es que mientras no haya empujones, bofetadas, patadas... no es violencia, y es que ¿Acaso una mirada, un silencio, un insulto no es violencia?
La semana pasada en el Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las mujeres, Pamela fue premiada por el Ministerio de Igualdad con el reconocimiento en el ámbito de la educación y la sensibilización, premio merecido por su labor y por todo lo que lleva esta mujer a las espaldas.
Y es que no solo debe padecer a diario los insultos y cosas peores de trolls en internet, no solo tiene que aguantar las denuncias de un grupo ultra que dice que adoctrina en ideología de género (ja ja ja), sino que lleva semanas recibiendo críticas de mujeres, que resultan ser las fieles guardianas del patriarcado.
Que pena que nos hablemos y tratemos así entre nosotras jolines que somos mujeres, si pensamos de forma diferente, debatamos, discrepemos, pero no insultemos o pretendamos quitarle mérito a una mujer que lleva casi dos décadas con un trabajo y me repito, pero lo veo muy necesario decir, imprescindible.
Yo leo a diario opiniones de mujeres que no piensan como yo, pero no las insulto, ni las falto el respeto, no las minusvaloro, las escucho y trato de dialogar, porque creo que siempre podemos encontrar puntos en común.
Por estas y por muchas razones más, Pamela Palenciano es un referente de mujer trabajadora y feminista incansable. El lema de si nos tocan a una nos tocan a todas, debería ser más que gritos al vacío.
No se si habéis tenido oportunidad de ver su monólogo, pero si no podéis ir al Teatro o a los diferentes espacios donde ella lo representa (cada semana a través de sus redes sociales muestra donde estará), ir a youtube y verlo, no os de miedo, habrá cosas que a lo mejor no podréis discrepar con ellas, pero el mensaje es lo importante y es la sensibilización y prevención de la violencia de género.
Por cierto, no quiero dejar pasar por alto, el trabajo que vi por parte de la gente del Teatro del Barrio, cumpliendo las medidas de seguridad y haciendo que las personas que allí estábamos nos sintiéramos seguras, por eso quiero volver a resaltar, que la cultura es segura. Que gusto haber vuelto al teatro, lo echaban muchísimo de menos.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y mucha más Pamela y menos pines parentales.
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