"Tras la muerte de Samuel, Omar, regresa a Las Encinas para finalmente intentar resolver los problemas que lo atormentan. La historia da gran importancia a la salud mental, considerando que el joven musulmán debe asistir a terapia. Por su lado, Isadora enfrenta sus dilemas amorosos que la mantienen en una relación incierta con Dídac. Nico, continúa su proceso de afirmación de género, aunque se enfrenta a obstáculos emocionales y sociales".
El viernes 20 de octubre llegó a Netflix, la séptima que no última temporada de unos de sus mayores éxitos: Élite, una serie que no me cansaré de definir como de chicos y chicas jóvenes que juegan a ser mayores en un entorno donde el dinero, el poder y el poco amor y empatía lo ocupa todo.
Pero hay que darle al César lo que es del César, tiene el gran ingrediente de saber hacerte querer ver más y dejarte con ganas de más. Cada temporada un asesino o asesina y un asesinato, que a diferencia de otras temporadas y no sigas leyendo si no la has visto todavía, se revela al final. Jugando al juego de muchas escenas en donde el aire o la gravedad son los grandes protagonistas.
La trama también aborda temas sociales como:
- El racismo.
- El sexismo.
- El maltrato y violencia de género.
- La homofobia
- El exceso de la sexualidad como supuesta arma empoderante.
La verdad es que sin pretenderlo, me la vi en un fin de semana, y os diré que me gustó, me enganchó. Siempre saben tocar la tecla de acertar en los fichajes y las tramas siendo la escuela de muchos actores y actrices jóvenes que luego vamos viendo en otros proyectos.
La aparición de Maribel Verdú, pura magia, aunque esa madre deje bastante que desear.
¿La habéis visto? ¿Qué opináis? ¿Os la recomendaría? Sí, porque para gustos, los colores y Élite es un buen entretenimiento.
¿Nos vemos mañana? :) :) :) :) :)
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