Como ya sabemos quienes hemos visto las anteriores temporadas, Lupin es Assane Diop, cuya vida da un vuelco en su adolescencia cuando su padre se ahorcó en la cárcel después de ser acusado de un delito que no cometió, un robo de un collar de enorme valor que estaba en la caja fuerte de la persona para la que trabaja como chófer. Veinticinco años más tarde, Assane se inspira en su héroe, Arsène Lupin, para vengarle.
"Tenía que proteger a mi familia. Quería permanecer en las sombras, pero entró la luz. Ahora, miro como desaparezco".
Ahora que todo el mundo conoce su nombre, su cara y su lista de presuntos delitos, el ladrón más famoso de Francia tiene la tarea de huir, pero eso no significa que se vaya a quedar de brazos cruzados, se trata de limpiar su nombre y de seguir protegiendo a sus seres queridos a toda costa. Eso significa que tendrá que ser aún más creativo con sus infames máscaras, o quizá ¿No? Porque muchas veces en la extravagancia está en el que te pillen.
Ha sido una tercera temporada más gamberra, con más humor y puntazos que como he leído en la revista Elle, no tiene tanta crítica social, centrándose más en la acción y en el peso emocional que cada atraco supone para el protagonista.
Más sin vergonzonería.
Más caradura.
Más padre.
Más hijo.
Y aunque cuesta creerlo en algunos momentos sorprendentes de esta tercera temporada, más familiar y protector, aunque tenga que hacer cosas que le duelan.
Como puntazo de la temporada quiero resaltar el robo de la perla negra, he repetido la escena en casa varias veces, porque mi chico y yo no parábamos de reírnos.
¿Habéis visto esta tercera temporada? ¿Qué os ha parecido? Pensáis como yo y ¿Creéis que a este Lupin le queda mucha vida???
Abran sus apuestas rinconeros y rinconeras. Yo me despido de vosotros y vosotras hasta mañana con un jueves de teatro
:) :) :) :) :)
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