Uno de los poemarios de mi vida: Adiós al frío de Elvira Sastre

Cuando me terminé el libro de poemas con el que arrancó esta nueva semana, escribí a mi amiga Irene -que es quien me dejo el libro- y la compartí lo mucho que me había impactado y gustado. Me encantan las lecturas que te rasgan, te duelen, te hacen sentir, por ejemplo, que estás viva.

Siempre he tenido una deuda con la poesía porque no me siento lo suficientemente inteligente para entenderla, pero claro, como me dijo Irene, no se trata de entender sino de sentir, y yo sentí desde el primer poema del libro hasta la última línea de la última página.

Cuando hablamos de sentimientos y emociones como una ruptura o el vacío creo que todos y todas lo hemos podido vivir en mayor o menor medida, y este Adiós al frío es todo lo que deseo de un libro cuando lo cojo, que me deje muchas cosas, pero jamás indiferente.

En palabras de Luis García Montero nos dice que: "Elvira Sastre es una poeta, y el oficio de los poetas supone un esfuerzo por entender la vida. No escribe aquí sobre los lamentos de la razón, las quejas de la luz por la existencia del mal y de las sombras. Escribe sombre la razón de los lamentos, sobre las huellas de la vida que necesitamos entender para tomar conciencia de la que somos, y de lo que ya no somos. Es le necesidad de decir, de decirse, de contarlo, de permanecer en una voz. Pero también el deseo de escuchar la nieve o el mar, la manera de habitar en dos orillas, de meditar el dolor y el amor, las heridas que no se ven y aquello que nos hace felices sin que sepamos nombrarlo. Una poesía hecha de insistencia, una poeta que quiere llegar hasta los huesos, como nos enseñó César Vallejo. Una lucidez que cuenta la razón de los lamentos, pero que enumera e insiste en una voluntaria fe de vida. Por eso este libro se acabó titulando Adiós al frío".

Hace un año y medio Sastre me acompañó en uno de los momentos más delicados de mi madre, en un hospital y ese Madrid me mata, me alivió las angustias e hizo que los días olieran a gel hidro alcohólico con mascarilla humedecida de lágrimas.

No me veía venir de que iba Adiós al frío pero poder llegar a entender esos sentimientos que ella verbaliza me hizo emocionarme, así que como valen más las palabras de ella que lo que yo pueda decir, y con permiso de Sastre os voy a compartir el poema con el que se inaugura el libro.

EL GRITO QUE SERÁ SUSPIRO

Y ahora que abras los ojos,

y que no me veas,

y que una parte de ti suspire aliviada

para que después vuelva la culpa

y pienses en ella,

y te des cuenta de que fuiste tú:

tú seguiste caminando,

tú me dejaste de mirarme

el día que quise dibujarte la espalda,

tú me tiraste al suelo,

tú te reíste de mi herida,

tú cerraste la puerta en cada paso adelante,

tú bailaste con otra

mientras seguía sonando nuestra canción.

Y que abras los ojos 

y me veas ahí, contigo, libre de marcas.

Y suspires de alivio.

Y que te mire

y que no seas tú.

Y que suspires de alivio.

Poner a Sastre en vuestras vidas, manos y ojos y no penséis, solo, sentir :) :) :) :) :)