Hace 11 años mis ojos divisaron por primera vez el libro de El mundo amarillo de Albert Espinosa, mire a mi chico y le dije: "¿Me lo regalas por mi cumple?". El regalo llegó y no se como describir la impacto que causo en mí ese libro, porque sentí que había sentido un flechazo literario, supe cuando lo terminé que mi historia de amor con Albert Espinosa continuaría con el paso de los años.
Estos 11 años han sido siempre acompañados de sus libros, tanto novelas como relatos cortos, pero también de sus películas como No me pidas que te besé, o series como Pulseras rojas o la reciente Los espabilados. Once años llenos de frases, de momentos, de historias que te pellizcan el pulmón izquierdo y te ayudan a poder sentir de otra forma.
Sus majestades los Reyes Magos el pasado 6 de enero me dejaron en casa su último libro, 23 soplos de aire para mirar la vida de otra forma, alejándonos de gente que generé ruido y mirando por nuestro bienestar. Aceptándonos tal y como somos. Una continuación de aquel Mundo Amarillo que tanto me marcó y que a finales del año pasado me volví a leer.
"Siempre he creído que las palabras son necesarias para sonarte. En este libro he intentado depositar toda mi experiencia y la que he aprendido de mucha gente que ha decidido contarme su sabiduría: lo secretos y la energía que se que se desprende de los amarillos con los que he coincidido en mi vida.
Quisiera que este libro fuera un botiquín de soplos energéticos para muchos males y, sobre todo, para el alma. Lo he escrito con la esperanza de que alguno de estos soplos os active la ilusión, os aleje de ese problema que ahora tenéis y os devuelva a la senda de la alegría si os encontráis en ese duro instante vital. También tengo claro que quiero que este libro este ilustrado, tenga bellos dibujos que os lleven de un soplo a otro.
Así que Soplad y disfrutad".
Si algo me regala los libros de Espinosa es aprender a mirar desde otro lado, ponerme de frente y aceptar:
Aceptar que no soy perfecta.
Aceptar que me puedo equivocar.
Aceptar que hay relaciones que no duran para siempre, y aprender a decir adiós es un aprendizaje.
Aceptar que hay momentos en los que me tengo que parar y mirar como me siento.
Muchos aprendizajes que con los 23 soplos que nos ha regalado en el nuevo libro, voy a seguir trabajando mi autoestima y mi aceptación como persona, lo que implica mi cuerpo y mi cabeza.
No hago ni la pregunta porque poner a Espinosa en tu vida es hacer una lista de herramientas para por ejemplo, quitar el ruido o la gente ruidosa que te rodea y aprender a aceptar que vivir implica morir.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana en un nuevo martes con un post personal, porque mi última experiencia en un hospital fue de película de angustia y terror psicológico.
:) :) :) :) :)
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