Hace unos días os compartí que la nueva peli de Daniel Monzón, había llegado para mi sorpresa al catálogo de Netflix por lo que ¿Cómo no verla? Las leyes de la frontera nos traslada al verano de 1978. Ignacio Cañas es un estudiante de 17 años introvertido y algo inadaptado que vive en Girona. Al conocer al Zarco y Tere, dos jóvenes delincuentes del barrio chino de la ciudad, se ve inmerso en una carrera imparable de hurtos, robos y atracos.
Es la historia en la que Nacho se hace mayor, cruzando la línea que hay entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia.
Una película muy fresca, natural y una estética que a mí particularmente me gustó mucho. Pero también esa temática del cine quinqui que tantos buenos resultados ha dado al cine de nuestro país y que Daniel Monzón ha rescatado haciendo de ella un formato nada lento, trepidante pero tremendamente sentimental y emocional, porque que importante es en que lado del puente has nacido ¿No?
¿Qué puede llevar a un chaval con una vida digamos "tranquila y normalizada" a delinquir? ¿Es el entorno el que arrastra, te dejas llevar o tú tienes algo de esas personas que en un primer momento pueden resultar tan lejanas a ti?
Uno de los puntos más a favor de la cinta es ese reparto joven y no tan conocido para el público, mostrando como no ser conocido o conocida no implica hacer un buen trabajo.
Y aquí me quiero detener un poco, porque creo que actualmente es muy injusto y desagradable que para hacer una película o una serie intervenga el número de seguidores que se tengan en las redes sociales ¿De verdad? ¿Dónde queda el talento y ese dinero que los actores y actrices gastan para su formación? Hacer un papel debería ser algo de transmitir no de redes sociales o el cuerpo que estás dispuesto o mejor dicho, dispuesta a enseñar. Oye que si lo enseñas bajo tu libertad, olé tus narices pero que no sea por conseguir trabajo.
Esta película demuestra que una buena historia, bien contada, bien rodada y bien interpretada llena la pantalla de dónde la estés viendo.
Si estos días apostáis por el calor de la mantita en el sofá, Las leyes de la frontera es una excelente compañera de viaje. Si la veis contarme que os ha parecido ¿Vale? Yo desde mi retiro zaragozano me despido de vosotros y vosotras pero solo hasta mañana.
Eso sí recordar lo que os he comentado en el anterior post, en el Teatro Lagrada de Madrid hasta el 8 de diciembre El fruto.
Hasta mañana :) :) :) :) :)
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