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lunes, 8 de noviembre de 2021

"Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesión de gran fortuna necesita una esposa"

Dicen que el comienzo de la novela que tenéis como título del post, con la que arrancó esta nueva semana de noviembre junto con el de Ana Karenina -y yo ampliaría el Quijote de Miguel Cervantes- son quizás de las más famosas de la historia de la literatura.

Puede ser que se la tercera o incluso la cuarta vez que me leo Orgullo y prejuicio, pero es que las novelas de Jane Austen me parecen una delicia, una forma de retratar la machista vida de las señoritas en la Inglaterra victoriana, con muchas puertas cerradas y si casi aire que respirar. Pero como dentro de esa cerrazón, existían mujeres que en apariencia se salían de esos márgenes y veían su existencia más allá de un matrimonio con un hombre del que ni siquiera estaban enamoradas.


Fue publicada en 1813 reuniendo sus temas más recurrentes y su visión inimitable en la historia de las cinco hijas de la señor Bennett, que no tiene otro objetivo en su vida que conseguir una buena boda para todas y cada una de ellas. Dos ricos jóvenes, el señor Bingley y el señor Darcy, aparecen en su punto de mira e inmediatamente se ven señalados como posibles presas. De hecho, la relación entre la hija mayor, Jane, y el señor Bingley, parece muy prometedora pero, por influencia del arrogante señor Darcy, se frustran todas sus esperanzas. La intervención de Elizabeth, la segunda hija, perspicaz, consciente de su valor y algo rebelde, determinará el rumbo de la novela.

En ella se refleja a la perfección:

- El opresivo ambiente de la familia,
- la presión del matrimonio,
- la diferencia de clases,
- el fantasma de la pobreza y, 
- la delicada sensibilidad de una heroína decidida, pero no libre de errores de juicio y dudas de comportamiento.

Se conjugan para crear una de las obras maestras más leídas de la literatura inglesa en los dos últimos siglos.


Lo que más me enamora de esta novela es, ese ambiente asfixiante donde todos los secretos se saben y conocen a pesar de que los muros de las casas sean altos; como en estas épocas tan represivas para las vidas y cuerpos de las mujeres surgían algunas que se negaban a seguir esas convecciones, y si lo hacían era por absoluto amor. Porque aunque parezca mentira, habían matrimonios por amor, y eso que las palabras de las mujeres no valían, ni eran tenidas en cuenta. Vamos que si un matrimonio no tenían un hijo varón, más les valía poder tener dinero, porque sino la vida de sus hijas, mujeres, sería más que dura, siendo monedas de cambio.

¿Habéis leído esta impresionante novela? ¿Habéis visto la película? porque por cierto, aunque me quedo con el libro, la última peli de esta novela es maravillosa :P

Muchos besos rinconeros y rinconeras y antes de deciros adiós ¿Me proponéis alguna lectura? Ayer por la tarde-noche, me comencé un libro nuevo, y sólo el prólogo me hizo emocionarme muchísimo.



:) :) :) :) :)


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