En el puente de mayo, cuando estaba intentando recuperarme porque necesitaba y quería volver a trabajar escuchando El faro en La Cadena Ser escuché a David Verdaguer hablando de la película que estrenaba en cines: La casa. Una película que ya os senté por este rincón, pero os dejo el enlace para que lo volváis a leer: La casa - película.
Pero allí en esa noche de insomnio escuché como Verdaguer hablaba de que la película, basada en un cómic de Paco Roca que ya había sido llevado al cine de animación por un cómic suyo, Arrugas. Pero no, vamos con ese cómic, La casa, breve, emocionante y que de forma irremediable nos hace recordar aquella casa de nuestra infancia, aquella en la que pudimos vivir veranos, ser felices, enamorarnos por primera vez o construirla.
"A lo largo de los años el dueño llena de recuerdos su casa, testigo mudo de su vida. Y aquel es también la fiel imagen de ella. Como las parejas que han convivido siempre juntos. Así, cuando su su ocupante desaparece para siempre, el contenido de la casa se paraliza por el polvo esperando de alguna vez su dueño regrese.
Los tres hermanos protagonistas de esta historia volverán un año después de la muerte de su padre a la casa familiar donde crecieron. Su intención es venderla, pero con cada trasto que tiran se enfrentan a los recuerdos. Temen estar deshaciéndose del pasado, del recuerdo de su padre, pero también del suyo propio. Se perciben en esta obra de Paco Roca con ecos autobiográficos que surgen de una necesidad de contar una situación que ha tocado de cerca al autor valenciano".
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