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miércoles, 12 de junio de 2024

Más que una estructura, una vida: La casa

Durante las semanas de baja, el insomnio volvió a ser un fiel y horrendo compañero de noches. Unas noches donde La Cadena Ser lleva siendo décadas una fiel compañera. Una de esas noches escuchando El faro, estaba David Verdaguer hablando de entre muchas cosas, la nueva película que estrenaba en cines, La casa. Una película basada en el comic de Paco Roca de homónimo nombre, que en el año 2020 recibió el Premio Eisner.

Durante esa semana fui viendo y oyendo las entrevistas que ofrecía y como todas las personas que la habían visto se habían emocionado y se quedaban en mi gusto cortos o cortas, porque fue un festival de lo emotivo y emocional, porque a una casa le tienes cariño por todas las cosas que has vivido dentro, por las lágrimas, risas, abrazos o despedidas que te hayas dado dentro.

Antes de nada, os digo que La casa es de esas películas que deberíamos ver, porque en un mundo de egoísmos, terrores, guerras y crispación, viajar a tus recuerdos gracias a una película, es un viaje impagable.


"Una película que nos cuenta como tras la muerte de su padre, tres hermanos se reúnen en la casa familiar en la que pasaron los veranos de su infancia. Toca decidir qué hacer con la vivienda, lo que resultará más difícil de los esperado".

LO MEJOR DE LA PELÍCULA:

- La tranquilidad y la calma tensa de personas que comparten sangre pero pueden tener diferentes opiniones o puntos de vista.

- Los colores neutros y reales, que hacen que entres en la historia desde el primer momento.

- La historia que se sustenta en los sentimientos y emociones de esas personas que recuerdan sus vidas en esas paredes.

- Los flashbacks.

- El reparto en toda su inmensidad, dado cuerpo y vida a esos personajes que transitan por una historia en la que parece no pasar nada.

- El amor como centro.

No os voy a engañar, me emocionó muchísimo porque creo que todos y todas hemos tenido lugares o sitios donde hemos pasado mucho tiempo y en donde podemos tener la suerte de poseer buenos recuerdos. Además, como no emocionarme si el día que la vi hacía 17 años que se fue mi yayo.

Me repito, verla, porque merece la pena. Un beso enorme y fuerte y espero veros a la vuelta de cena de compis con uno de los últimos libros que me he leído y que no pude compartiros el lunes porque estaba fundida como las bombillas :P



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