La realidad de la familia del poeta: El sonido del agua en las acequias

De nuevo debo resaltar que gracias a Marta Gonzáles Novo descubrí el libro con el que arrancamos esta última semana de febrero: El sonido del agua en las acequias.

Una novela que pone en el centro a la familia de Federico García Lorca:

¿Cómo fue ese viaje a Nueva York cuando se fueron de España?

¿Qué tal los años en la gran manzana

¿Cómo sobrevivieron al dolor que les trajo la guerra? Porque ya no solo mataron a Federico sino al marido de su hermana, que era el primer alcalde electo de Granada y padre de Tica.

Comenzando con este autorregalo de Reyes descubrí que había una primera parte, -que os sentaré la semana que viene- Notas deshilvanadas de una niña que perdió la guerra. Pero comencé la casa por el tejado y primero escuché junto con Tica, ese agua en las acequias granadinas.

"Tras las Notas deshilvanadas de una niña que perdió la guerra, los recuerdos de Tica continúan. Zarpan de Bilbao en 1940 con destino a Nueva York, donde llega con 10 años. Fascinada por las luces de la ciudad de los rascacielos y a través de su mirada, veremos la evolución de la familia, así cómo recomponer y rehacer sus vidas, tan lejos ya de su Huerta de San Vicente, y de Granada, y de España..., pero siempre en contacto con la intelectualidad española en el exilio: la familia De los Ríos, Jorge Guillén, el pintor Fernando Teixidor, entre otros.

Rodeada siempre de un hao de silencio, observa todo a su alrededor y nos ofrece una crónica de lo cotidiano, no sólo de su familia, sino de otros exiliados y exiliadas con las que conviven muy de cerca. Hacia 1954 regresan a España, al igual que otros exiliados. La historia familiar sigue su curso, con el inevitable trasfondo del dolor de la Guerra, la pérdida del padre y la figura de tío Federico siempre presente de un modo u otro".

Un libro donde compartir la memoria de una mujer que llevaba una vida feliz en su Granada natal, con su familia y que la guerra la erradicó, la cortó. La historia de esa niña que tuvo que emigrar y que vivió con un silencio atronador que escondía miedo, dolor y pena.

Una historia, la de la García Lorca y Fdez. Montesinos, que tuvieron que llevar un rumbo distinto al que pensaban.

Un libro que merendarte, disfrutar y emocionarte, y que por supuesto os recomiendo porque es una belleza. La semana que viene os veo con la primera parte de estas memorias de una mujer culta, valiente y libre.

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