Hace algunos años, diría que hasta casi dos décadas, el diario El País, saco una colección semanal de grandes clásicos del cine en ediciones especiales. Y mi madre gran cinéfila y referente para mí, decidió comprar en principio algunas de ellas, títulos como Lo que el viento se llevo, Días de vino y rosas, El apartamento, La gata sobre el tejado de zinc... y la segunda película que os siento hoy, realizada en 1944 y con Cary Grant como protagonista de una película de humor muy ácido, Arsénico por compasión.
Una película que nos habla de un crítico teatral que acaba de casarse y decide visitar a sus ancianitas tías antes de marcharse de luna de miel. Durante esa visita descubrirá que las encantadoras tías tienen una manera, digamos de practicar la caridad con hombres mayores...
- Humor.
- Intriga.
- Muertes.
- Situaciones que yo denominaría de "bendito absurdo".
- Original.
- Elegante en su blanco y negro.
- Personajes muy variopintos que se complementan a la perfección.
- A ratos, desternillante.
Y como diría mi chico: "vaya las caras de Cary Grant" que no tienen precio, reales y desbordantes de un humor que nunca viene mal en el cine. Porque no todo va a ser cuestionamiento y emoción, hacer reír creo que es uno de los ejercicios más complicados que puede haber, y esta película cumple con su objetivo con muy buena nota.
Nosotros en casa la vimos por Filmin, así que no dudéis, rescatar los grandes clásicos porque de ahí venimos y así fuimos. Gracias mamá por haberme educado en el amor y respeto al cine.
¿Nos vemos mañana?
:) :) :) :) :)
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