Totalmente adicta a Estirando el chicle

No hay veces que nos preguntáis ¿Por qué no le he visto u oído antes? Yo me lo preguntó casi a diario cuando a causa de ser una cabezota profesional, no he visto alguna película, no he comido algún plató o me he quedado por ejemplo con ganas de hacer un plan.

A todos esos planes apartados por mi cabezonería se suma el no escuchar Podcast cuando son un verdadero acompañante. Podcast hay como personas, cada uno de una temática distinta en donde seguir ampliando aficiones o cultivando un poco la mente y el espíritu que en los tiempos que corren no está nada mal -vaya 10 días más malos que estamos viviendo con la invasión a Ucrania-. Así como quien no quiere la cosa en Navidad durante las que creo que van a ser mis últimas vacaciones en mucho tiempo, me decidí por hacer caso a mi chico y poner Estirando el chiclé de Carolina Iglesias y Victoria Martín, donde y perdonarme por la expresión "no he parado de partirme el culo".

Y cada risa, ir reconociéndome en muchos de sus comentarios, bromas, pensamientos o reflexiones. Un espacio donde las voces son femeninas y en donde nosotras nos podemos sentir muy identificadas. No os pasa como a mi que ¿Estáis hasta el mismísimo kiwi de chistes sobre mujeres contados por hombres? Oye que a lo mejor hay a gente que les hace gracia, pero no verme reconocida es algo que me molesta. 

Necesitamos voces de mujeres hablando sobre nosotras.

Necesitamos reconocernos en las bromas que se hacen sobre nosotras.

Necesitamos reconocernos en los cuerpos que vemos. Estoy harta, pero harta de los cuerpos normativos. Ni todas somos delgadas y rubias, ni perfectas a las ocho de la mañana de un miércoles.

Llevo años reconciliándome con mi nariz y todos esas supuestas bromas que me hacían en el colegio sobre ella. Años tratando de no darme por aludida y hasta os diría viéndole -aunque no tanto como quisiera- gracia a la trompa de mi nariz. Llevo años reconciliándome con mi cuerpo y esos kilos de más que tengo, mirándome en el espejo, y diciéndome "oye estás gordita, pero que mona eres y vaya pelazo que tienes" por poneros un ejemplo.

Por eso valoro este Podcast de estas dos mujeres porque ponen voz a muchas, desde la broma pero también desde la cordura y el poniendo en practica esa palabra tan bonita pero que muchos y muchas no saben lo que es, la empatía.

Estirando el chicle comenzó en pleno confinamiento, por lo que llevó casi dos años de retraso, pero ahí voy poquito a poquito y estando muy de acuerdo con algunas de las afirmaciones que ellas hacen. Por ejemplo, ¿Por qué esta tan mal visto que Amaia Montero le pudiera gustar la bebida mientras que Melendi la lió en un avión y por haberse cortado las rastas ya es otro?

O otra afirmación que me encanta sobre las influencers y que se dediquen casi las 24 horas del día a hablar de tratamientos del pelo, de la piel, sobre ejercicios, comidas sanas... Oye ya esta bien que a lo mejor ni todas tenemos acceso a esas cremas que por supuesto las regalan o directamente estamos totalmente en desacuerdo con parecer muñecas de cara lisa donde no haya ninguna expresión.

¿Habéis escuchado este Podcast? ¿Qué os parece? Si no lo habéis hecho lo tenéis en distintas plataformas, yo lo escuchó a través de Spotify, así que animaros y me contáis. 

Recordar que hay tres formas de ponerse en contacto conmigo:

- Comentarios al final del post.

- A través del email: detounpoquito@hotmail.es

- En la Fanpage: Desde un rincón de mi habitación, una comunidad en la que somos más de 150 personas. 

Y antes de despedirme daros las gracias, porque hace unas semanas descubrí que si pones en el buscador de Google el nombre de este blog, sale el primero, y eso es gracias a cada click que hacéis. Hace casi 12 años cuando una noche de insomnio y tristeza aguda abrí este rincón, no me imaginé que alguien me leería.

Un beso muy fuerte rinconeros y rinconeras y os veo mañana con una película brutal 

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