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sábado, 10 de abril de 2021

Sororidad hermanas: Akelarre

Si tenéis insomnio como yo, no os siento una película sino un peliculón. Casi todos los años pasa lo mismo llegan películas a las galas de entregas de premios muy buenas y otras que a lo mejor no han tenido tanta repercusión publicitaria -más este año por todas las circunstancias anómalas que estamos viviendo- pero no tiene relación con su calidad. 

Akelarre es una película que:
- Te agarra
- Te retuerce 
- Te embelesa durante su hora y pico
- Disfrutas con sus actuaciones
- Sufres con su trama y esa irracionalidad que cada día vemos más a nuestro alrededor en donde parece que todo es blanco o negro 
- Y se te para el corazón con ese final 


País Vasco, 1609. Los hombres de la región se han ido a la mar. Ana participa en una fiesta en el bosque con otras chicas de la aldea. El juez Rastegui, encomendado por el Rey para purificar la región, las hace arrestar y las acusa de brujería. Decide hacer lo necesario para que confiesen lo que saben sobre el akelarre, ceremonia mágica durante la cual supuestamente el Diablo inicia a sus servidoras y se aparea con ellas.


Cuando la radicalidad y la sin razón gobierna, los actos que pueden suceder son dantescos. Akelarre es un viaje a esos tiempos donde las mujeres que fueran inteligentes o duchas en determinadas materias eran nombradas como brujas, como las servidoras del diablo -si es que éste existe de verdad- y llevadas a la hoguera. Daba igual lo que ellas dijeran o hicieran bastaba una denuncia sin contrastar para que fueran tratadas desde la irracionalidad y la radicalidad que da el ser un fiel devoto de alguien o algo, en este caso de la religión. Y aquí me vais a perdonar pero es que sino lo digo reviento, pero todo llevado al extremo, nos hace perder el Norte, y las grandes religiones monoteístas son un claro ejemplo, ¿Nos suena la Inquisición, no?


LO MEJOR DE ELLA:

- Las actrices que te eclipsan con esa juventud y talento. 
- Amaia Aberasturi.


- El argumento y los giros y juegos que se van sucediendo.
- Un trabajo de fotografía magistral.
- Una banda sonora que acompaña a la perfección cada acción, cada gesto, cada hecho, cada mirada...


- La mirada transparente como el color de sus ojos de ese ser que interpreta de Àlex Brendemühl.
- La ignorancia y analfabetismo de la época que tan vulnerable hacia a las personas.
- Su oscuridad en contraste con la vida y luz que desprenden las chicas.

La verdad es que me gusto tanto que no sé ni que poneros, solo que si tenéis Netflix, la tenéis para ver en su catálogo y sino en Filmin la podéis disfrutar por 3,95€. Sea como sea verla de forma legal por favor, sigamos apostando por nuestra cultura, sigamos apoyándola.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros este fin de semana con mucho más cine.

:) :) :) :) :)












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