La serie se ambienta principalmente en un hospital y en las historias vitales, los conflictos y las relaciones de un grupo de madres, concretamente las de cinco.
Pueden parecer muy diferentes entre ellas, pero hay algo que las une sus hijos e hijas, se encuentran enfermas y reciben tratamiento en el mismo hospital, desde uno que se encuentra en coma como otra que sufre trastornos alimenticios.
Dejando atrás sus trabajos como cajeras, periodistas o abogadas, tendrán que lidiar con varios problemas que se les presentan en el mismo centro médico, como la incertidumbre de un diagnóstico o las consecuencias del inexorable paso del tiempo que sufre el mundo exterior, sufriendo así sus relaciones con sus amigos y amigas, sus parejas o con el mismo trabajo. Afortunadamente, se tendrán a la una y la otra para afrontar todos estos problemas que se les viene encima.
Todo sea por sus hijos e hijas.
La serie cumple su función, emocionar a las mil maravillas pero a mi se me hizo floja, previsible, insulsa...
No pongo en duda que como una madre no hay nada, para muestra la mía que es mi maestra, pero ese tener que poner siempre a las madres como seres únicos a mi me cansa, quizás me pesa el no serlo -lo asumo-, pero es que creo que madres hay tantas como opiniones, y parir no lleva implícito ser una buena madre, una madre se hace no nace.
Eso si, te encuentras a una personaje como el de Aida Folch donde a través de su frialdad y aparente crueldad regala un personaje grandísimo, lleno de matices que la hacen magistral.
Pese a todo os diré que la serie no está mal, pero hay formas de tratar determinados temas que a mi me chirrian y particularmente me ponen nerviosa.
¿Dónde podéis ver esta serie? En Amazon Video
¿Os la recomendaría? Pues claro, porque la verdad es que como os decía cumple la misión de entretener.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con el penúltimo libro que me he leído
:) :) :) :) :)
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