Tenía alguna que otra reticencia a ver la película que quiero compartir en este miércoles donde nuevo Yayo Herrero ha irrumpido con fuerza en mi vida y convicciones, pero cuando vi que la subieron al catálogo de Netflix, pensé: "Ahora, es el momento".
Déjame salir nos habla de como un joven afroamericano visita a la familia de su novia blanca, un matrimonio adinerado. Para Chris y su novia Rose ha llegado el momento de conocer a sus futuros suegros, por lo que ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con sus padres, Missy y Dean. Al principio, Chris piensa que el comportamiento "demasiado" complaciente de los padres se debe a su nerviosismo por la relación internacional de su hija, pero a medida que pasan las horas, una serie de descubrimientos cada vez más inquietantes le llevan a descubrir una verdad inimaginable.
Yo no se porque pero hay veces que los seres humanos tenemos una alarma que nos indica o que algo raro está pasando a nuestro alrededor o inclusive que podemos estar en peligro. No se si alguna vez la habéis sentido, pero esa sensación es fuerte y poderosa.
Una película catalogada como de terror, pero lo que da verdadero miedo es ese racismo asqueroso y vomitivo que habita en este mundo, que en esta cinta lo vemos elevado a su máxima y cruel potencia.
Identificarlo en nosotros y nosotras en muy complicado, porque vivimos con el mantra de: "Yo no soy racista", pero ¿Esa afirmación es cierta? Yo sí lo soy, descubro cosas de mi cada día, que me hace reconocerme como tal, y solo siendo sinceros con nosotros o nosotras mismas podremos tomar conciencia de la gravedad y cambiarlo.
LO MEJOR DE LA PELÍCULA:
- Esa alerta que sientes desde que el viaje comienza.
- Una banda sonora tranquila e inquietante que te va acompañando.
- Esos personajes raros y extraños que nos van mostrando.
- La maldita taza de té.
- La fuerza que demuestra el ser humano en los momentos de mayor peligro.
- El mensaje que lanza, vivimos en un mundo donde somos racistas.
Aquí me gustaría hacer un pequeño alto, porque por mucho que empaticemos con quiénes padecen y viven ese racismo a diario, jamás podremos saber lo que sienten, pero es importante que les acompañemos y mostremos que no todos los seres humanos somos iguales.
No se si hace unas semanas visteis el programa Salvados sobre el racismo, pero a mi me atragantó la cena de ver en lo que se está convirtiendo este país, un estercolero de personajes capaces de decir las mayores burradas del mundo, y constatar como la justicia no hace nada.
En fin que no se si la habéis visto, pero de no ser así verla, disfrutarla y sobre todo sufrirla y que os haga recapacitar. Cuando la terminé leí sobre ella en internet y me sorprendió que en la versión de venta al público, se mostró un final alternativo al que vemos en la película, un final todavía más dantesco y cruel.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana en los jueves, que como sabéis son de teatro.
:) :) :) :) :)
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