Y pensar que todo comenzó con unas cintas: Por trece razones

Allá por el 2017 a mi vuelta a un trabajo justo el día de mi cumpleaños las compis entre ellas Marta -de quien os hablé con la peli de Train to Busan- hablaban todo el rato sobre la serie de Netflix de las cintas...

Claro al volver a casa y leer de que iba ¿Cómo no empezar Por trece razones?

Una serie que pone sobre en el foco el grave problema que se vive en muchos institutos norteamericanos y la verdad es que tampoco hará falta irse tan lejos porque nuestro país tiene lo suyo:

- Acoso escolar

- Agresiones sexuales

- Violencia 

- Humillaciones

- Alcohol

- Drogas

Todo en esas dos primeras temporadas giraba alrededor del horrendo suicidio de Hanna Baker. 

El verano pasado llegó la tercera con la muerte del nauseabundo Bryce Walker, del que lo siento por muy bien que lo intentarán pintar, yo no lo compró.

Pero llegó el primer fin de semana de junio con la cuarta y última temporada, dejándome el corazón roto y muchas lágrimas porque no me esperaba ese final, durísimo y cruel, donde no os puedo engañar no deje de llorar.

Dado que para el resto de los mortales el asesino o asesina de Bryce Walker es todavía un misterio, la policía todavía no ha dado con el asesino real. Lo que está claro, es que los episodios, seguirán abordando la muerte de Bryce la identidad de aquel o aquellos que le mataron.

¿Qué puede significar? Pues que seguramente podría haber una reapertura del caso.

Lo que hay claro es una cosa, y es que "Winston está molesto por la forma en que Monty fue utilizado por estos niños para, en su opinión, escapar del asesinato, por lo que Winston sin duda será un factor importante de la temporada".

Varias preguntas hice por este rincón antes de verla:

¿Qué ocurrirá con Justin y Tyler?

¿Volverá alguien?

¿Morirá alguien?

¿QUÉ ME HA PARECIDO ESTE FINAL?

Sinceramente muy triste pero entiendo la moraleja que se quiere lanzar a la gente joven sobre los peligros que existen cuando se quiere correr demasiado o no tener en cuenta la salud, poniendo a ésta en grave riesgo.

Un final:

- Que marca un nuevo comienzo para sus protagonistas, aunque lejos de la serie porque esta es la temporada final.

- El cierre definitivo a tramas abiertas de otras temporadas.

- A diferencia de Élite, en Por trece razones si encuentro algunos padres o madres que no son personajes de cartón piedra en la vida de sus hijos e hijas.

- Hay un capítulo en especial que me pareció de una dureza extrema, porque si de verdad hacen esos simulacros en EEUU creo que es muy cruel.

- La complicación de estudiar una carrera en EEUU cuando tus recursos económicos no te acompañan.

- Las dificultades de mostrarte a los demás tal cuál eres y sientes.

- La importancia de los bailes que marcan el final en el instituto, y como son tratados y vistos como algo sagrado.

- La forma que ha tenido de tocar las enfermedades mentales, aunque creo que de una forma totalmente desacertada.

- 10 capítulos -a diferencia de las otras temporadas que fueron 13- que no te desenganchan en ningún momento y que te mantienen en vilo hasta llegar ese final, en el que soy pesada, pero no me importa, se me partió el corazón.

En el fondo esta serie, siempre me ha parecido unos chicos y chicas jóvenes jugando a hacerse mayores, pero veo un acierto el dar carpetazo final a esta historia que ha puesto sobre la mesa los graves problemas que os citaba al principio de este post.

¿Habéis visto la serie? ¿Ya habéis visto esta temporada final? ¿Qué os ha parecido? ¿Os la recomendaría? Pues sí, pero solo si en este momento estáis fuertes, porque si os veis pasando un mal momento dejarlo para otro, porque vuelve a ser dolorosa.

No me quiero despedir de este post sin mostrar mi respeto, apoyo y alegría de celebrar -aunque este año desde casa- el Día del Orgullo. Vive, ama y folla con quien te salga del alma. No hay nada malo en amar.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y mañana os veo con una serie española :) :) :) :) :)