¿Te acuerdas el último título que ganó no hace tanto la Selección Masculina de Fútbol y Luis Rubiales le dio un beso en la boca a uno de los jugadores?
¿Qué no te acuerdas? Claro no te acuerdas, porque eso jamás ha pasado.
Luis Rubiales en la exaltación de la alegría con la medalla de Oro del Mundial a la Selección Femenina de Fútbol decidió coger de la cabeza a una jugadora, llevársela para sí y darle un beso en la boca, así sin permiso.
Este hombre que en un primer momento nos llamo idiotas a todas y todos los que vemos en el gesto un abuso de poder, debemos recordarle dos cositas:
1. Dos no se dan un beso si uno o una no quiere.
2. Hola, Rubiales te suena de algo la palabra, consentimiento.
Porque como le molesta tanto y anda retirando los videos, vamos a poner más fotos que muestran la hombría de este señor:
Y es que no hay mejor forma de celebrar que se ha ganado un Mundial de Fútbol que tocándote los santos cojones en un palco, no nos vayamos a olvidar que es un hombre.
Lo siento Luis, pero todo esto tiene un nombre y es machismo, el que llevas ejerciendo con tus palabras y actos desde hace ya tiempo, o no te acuerdas de la forma que trataste a las jugadoras que no quisieron ir con la Selección...Pongámonos en situación...
Selección Masculina de Fútbol, año 2012 después de ganar. Eurocopa, Mundial y Eurocopa ¿Os imagináis que los 23 hombres hubieran exigidos mejoras? ¿Crees que Rubiales o el presidente de ese momento hubieran vejado de forma pública a Iniesta, Xavi, Pique, Ramos...? No, verdad. Pues me ahorro el argumento.
El fútbol no se merece tener como cabeza de cartel y máximo representante a un tipo de estas características. Y justificar ese beso o esa tocada de huevos, es seguir perpetuando un machismo que vivimos hasta el día de antes con las portadas de Marca y As al seleccionador y no a las jugadoras o vimos minutos después cuando entrevistaron al mismo y dijo que eran Campeones del Mundo. Disculpa, campeonas, y sí, el vocabulario importa, y mucho.
Que hartazgo y cansancio de machitos y que suerte el vivir en una sociedad que no está dispuesta consentir estos comportamientos deleznables. Los reconoce y exige responsabilidades, y estás no pasan por supuestamente disculparte, porque no reconoces la gravedad de éste.
Un beso enorme rinconeros y rinconeras y como os comenté hace un tiempo, la Natalia más reivindicativa ha vuelto a este rincón. Os veo esta tarde/noche, la última de vacaciones para recomendaros una miniserie que me comí en un día.
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