Hoy hace 39 años en la Maternidad de la calle Maiquez me parió mi madre a este mundo, según me cuenta y a diferencia de esta primavera caliente que estamos viviendo y que da verdadero miedo, me dice que nací con lluvias y hasta que cuando la dieron el alta caían unos copos de nieve.
¿Por qué comenzar el post de mi cumpleaños con esta canción de Vanesa Martín? Porque creo que me identifica mucho, soy una mujer con muchas dentro, con las que convivo y a las que voy conociendo poco a poco, con respeto, con cariño y hasta con miedo, porque son facetas que jamás había tenido, pero estoy aprendiendo a convivir con ellas.
Comienzo los 39 habiendo trabajado de una forma muy diaria la resistencia y la resiliencia, las cuáles he tenido que ejercitar en mi antigua edad, porque los últimos doce meses no han sido muy fáciles pero me han hecho redescubrir:
- La importancia de la familia y como ésta está siempre que la necesitas.
- El trabajar el amor día a día, no dar por asumido el amor del otro, sino cuidarlo, quererlo y valorarlo. Y la verdad es que soy muy afortunada porque en lo peores momentos sentir el brazo de mi chico y reconocer su olor a hogar es de lo más reconfortante.
La gran diferencia entre los 38 y los 39 es que me ha traído el contrato indefinido con el que soñaba desde hace años y me veía encerrada en un local de Lavapiés, que aunque me enseñó y me hizo feliz, a la par me hizo tener los peores momentos laborales de mi vida. Eso sí, no cayeron en saco roto y me hicieron fuerte y saber que era lo que no estoy dispuesta a volver a aceptar, y que la lealtad es algo imprescindible si quieres mirarte en el espejo cada mañana y no sentir asco.
Comienzo los 39 sin propósitos, solo tratando de vivirlos día a día, y seguir respetando mis ideas sin miedo a que puedan cambiar, porque la Natalia que se sienta a escribir este post, no es la misma que hace 365 días, la vida duele, golpea pero la resistencia y las ganas de seguir siempre ganan.
Así que con ese pelo rojo que me hace sentir guapa y fuerte, la mirada tranquila y el corazón contento me despido de vosotros y vosotras, no sin antes dar las gracias por cada click a este rincón tan personal y curativo que es mi regalo desde hace 13 años.
Un beso muy fuerte y mañana volveré con 39 años y un día.
:) :) :) :) :)
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