Aprender a normalizar el cariño y el afecto entre niños debería ser prioritario: Close

Este domingo de elecciones bajo ese cielo encapotado de Madrid os quiero compartir dos películas. La primera habla -y eso que es de pocas palabras- de aprender a normalizar el cariño, el afecto, el amor entre niños sin etiquetas ni juicios.

Close nos cuenta la historia de Léo y Rémi, de 13 años, son amigos de toda la vida. Hasta que un suceso impensable los separa. Léo se acerca entonces a Sophie, la madre de Rémi, para tratar de entender.

Una película donde tanta luz está en contraste con los sentimientos y juicios de valor y la crueldad entre la amistad y la inocencia de dos chicos que lo único que disfrutan es de su tiempo juntos. Y como ese entorno en el que vivimos nos puede hacer rechazar o cambiar de comportamiento con aquel con el que tanto has disfrutado, reído y recorrido.

LO MEJOR DE ELLA:

- La edad de la inocencia ¿Cuándo la perdemos? Y ¿Por qué, por elección propia o por presiones o miradas turbias de nuestro entorno más cercano?

- La luz, las flores, la delicadeza del entorno en el que se mueven.

- Cuando la película da un vuelco y ves lo importante que es la salud mental en los y las más jóvenes y en educar en valores, respeto y diversidad.

- El dúo de protagonistas que te van haciendo entrar a través de su confianza, cariño y enfrentamiento.

- La forma sutil y descarnada de utilizar el suicidio.

- Un guion tranquilo, sin sobresaltos, con un giro doloroso pero no sangrante, que te hace transitar por las etapas del duelo, el dolor y la contención.

Nosotros en casa la pudimos ver a través de Filmin, y el poso que dejo fue relajado y doloroso. No hago ni la pregunta porque os recomiendo verla, pensarla, reflexionarla y observarnos por dentro.

Un beso enorme y dos cosas antes de despedirme, hoy hace 19 años que la vida me cruzo con el que a día de hoy es mi compañero de vida. En el estreno de Troya allí conocí a David. Y vaya si ardió Troya, porque dentro de un mes y pico haremos 16 años juntos, 16 años de muchas cosas pero sobre todo de amor, confianza, respeto y que narices, sexo :P

A los 92 años nos ha dejado esta mañana el escritor, poeta y dramaturgo andaluz Antonio Gala, al que mi madre denominaba "su chico" y con el que me he criado, crecido y madurado con sus historias en mis estanterías y cabeza y del que me quiero quedar una frase que me lleva acompañando durante años: En una rosa caben todas las primaveras. 

Que la tierra te sea leve maestro, te seguiremos buscando en tus letras.