La sola idea de que haya gente durante un mes sentada delante del televisor para ver el Mundial en un país como Qatar, hace que se me abran las carnes. ¿Por qué?
1º Antes de meterme en política, porque sí el fútbol pertenece a la vida, y la vida es política. Es un Mundial que lleva estando bajo sospecha desde el primer momento que salió elegido, con sospechas de corrupción y compra de votos de por medio.
2º Se han cimentado los estadios de fútbol bajo explotación laboral de seres humanos: jornadas larguísimas bajo calores infra humanos, ¿derechos laborables?, no cumplimiento de los contratos, personas en situación irregular trabajando...
3º Qatar es un país que no respeta los derechos humanos más elementales: no saben lo que es la legislación laboral, no respetan la diversidad del ser humano, los derechos de las mujeres allí son inexistentes. Ay no perdón, que han hecho una excepción y las mujeres podrán entrar en los campos de fútbol ¿Perdona?
¿Qué hacemos allí?
La Natalia que se sienta hoy a escribir este post, ha cambiado mucho con respeto al fútbol. Hace años yo no hacía planes si jugaba el Barca o España y si los hacia, iba con los cascos puestos. Mis peores bestias de las cuáles me avergüenzo me han salido por el fútbol. No había partido que me perdiera.
¿Qué ha cambiado? Sinceramente el feminismo, mirar el mundo con las gafas moradas y ver que no hay mayor mayor machismo que el que se mueve en el fútbol, perdón, en el fútbol masculino.
Los sucesivos gobiernos han tapado sus vergüenzas a través de los partidos de fútbol de la Selección Española ¿No os acordáis cuando Mariano Rajoy hizo público el rescate bancario con España debutando en una Eurocopa?
Las victorias de nuestra Selección han traído muchas alegrías, pero también un enaltecimiento del orgullo patrio, que yo no comparto. España es mucho más que el fútbol, y que todo se pare por jugar un Mundial, la verdad es que para parar a pensar.
Un país como España que ha conseguido los mayores derechos civiles y sociales de su población, no debería ir a jugar un Mundial a un país que va contra lo conseguido en el nuestro. Y no me vale que esto es deporte, porque el deporte es una muestra de la vida.
Hace unas semanas cuando Luis Enrique dio la lista de jugadores que irían al Mundial, me pareció oírle unas declaraciones en las cuáles decía que ellos no podían hacer nada, que iban a trabajar. Lo siento si podéis hacer, negaros a ir a ese espectáculo dantesco que tapa horrores, muertes, torturas y nulos derechos.
Por eso yo no veré el Mundial, ni los partidos que juega España, llegué donde llegué. Se que yo sola no hago mucho, pero creo que cuando los años pasen, tendremos que explicar a los y las más pequeñas porque los tratamos de educar en unos valores que no se correspondieron con el país que organizó esa pestilencia. Aunque la verdad no se de que me sorprendo si hace unas décadas en la mayor explosión de la Dictadura de Videla en Argentina con millares de asesinados y asesinadas o con los conocidos como "los vuelos de la muerte" allí se estaba celebrando un Mundial como si nada estuviera pasando.
Si tenéis Netflix ver el documental que subieron hace unas dos semanas que trata sobre la historia de la FIFA y como se manejan ahí dentro las cosas, huele tan mal que sientes verdadero asco de que hoy comience un espectáculo basado en la presunta corrupción y los bolsillos llenos de unos cuantos.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y mañana os veo con los estrenos de cine de la semana y una mini serie de Disney + que en casa nos gustó :) :) :) :) :)
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