La serie que siento en este jueves que parece un viernes eterno desde hace casi 50 días, nos fue imposible no verla de forma compulsiva en casa y con la angustia de no saber que iba a pasar, porque yo quería meter la mano dentro de la pantalla y ayudar a correr al personaje increíble que interpreta Shiro Haas, desde una aparente fragilidad física pero arrolladora fortaleza mental.
Sufres y vives a través de sus ojos y cara que es el reflejo de un alma que solo ansía la libertad de vivir como ella quiere, sin imposiciones, sin miedos, sin amenazas, sin esperanzas patriarcales sobre sus hombros.
Dicen que la música sana y salva y en ella, vemos un salvoconducto para la vida que sueña con explorar y vivir.
La descubrimos por casualidad en Netflix y cometimos la temeridad de comenzarlo a las 12 de la noche, así que con cuatro capítulos de unos 55 minutos de duración ¿Os imagináis a la hora qué nos fuimos a la cama?
Hay tanto patriarcado en cualquier rincón que yo personalmente me agobiaba, porque cuando la religión marca las pautas de tu vida ¿Cómo luchar contra él?
¿Huyes o luchas dentro de ella?
Pero ¿De qué va?
Una joven judía ortodoxa abandona un matrimonio concertado en Nueva York y pone rumbo a Berlín donde vive su madre.
La historia está inspirada en las memorias de Deborah Feldman, en las que narra en primera persona cómo huyó de su estricta comunidad religiosa cuando era joven.
LO QUE MÁS ME HA GUSTADO DE ELLA:
- Mirada pura entre el dolor, la libertad y el asombro de la protagonista, Shira Haas.
- El proceso y cambio del personaje del marido
- La música que todo lo mueve y remueve
- La verdad sin tapujos ni artificios
- Los espacios abiertos exteriores que contrastan con el encierro de la mujer
- La impunidad de ese machismo que en países supuestamente están en pro de la igualdad, que consienten y conviven conociendo el sometimiento al que está sometida la población femenina
- Sus planos cortos
- Cuando la acción se desarrolla en Nueva York, donde sudas de incredulidad, indignación y rabia
Una de las mejores series con la que cuenta el catálogo de Netflix en este momento, así que ni os hago la pregunta, verla, disfrutarla, sufrirla y después me contáis que os ha parecido
Hoy me quiero despedir con la alegría que me ha dado mi chico esta tarde, consiguiendome uno de los discos que marcó mi infancia y más tierna adolescencia, porque no solo me encanta Disney sino que sus bandas sonoras forman parte de mi vida.
Ahora mismo parece que me estoy viendo en la cocina de mi casa con el mando de la televisión en la mano cantando y coreografiando cada una de las canciones de ese disco tan personal para mi.
Gracias mi vida por tener esos detalles conmigo que hacen que cada día sea menos difícil, que alivio y amor siento cuando me acuesto cada noche y veo su cara a mi lado.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con la segunda temporada de una serie argentina que no deja de sorprender
:) :) :) :) :)
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