Con este trailer abrió definitivamente la boca Netflix, a los muchos y muchas fans que deseábamos ver la tercera temporada de una de las mejores series de su catálogo: The Crown
Estamos en 1964, Isabel y Felipe han madurado en su matrimonio y lidian con la mayoría de edad de sus hijos e hijas como cualquier familia, con la diferencia de que son la realeza.
Es una perfecta y pulida crónica del declive económico cuando Harold Wilson fue Primer Ministro del Reino Unido.
Con estos pocos datos que dio Netflix, allí me planté con mi chico a ver una serie en la que destacan:
- Olivia Colman, una verdadera monstrua
- Ir descubriendo a través de sus capítulos qué ha ido pasando en una por no decir EN la familia más importante del mundo
- Unos diálogos y silencios pétreos
- Una cuidada ambientación, con una dirección artística y una fotografía majestuosas
- Un relato de la Inglaterra de hace 50 años
- La grandeza pero también la tristeza que implica nacer en una familia donde ni puedes actuar como quisieras, ni hacer lo que te apetezca, ni enamorarte de quien dicte tu corazón. Caso aparte el capítulo dedicado a cuando Carlos conoce y se enamora de Camila
- Helena Bonham Carter y esa adaptabilidad a cualquier papel que le ponga cara y cuerpo
- Ese fondo musical con Los Beattles
Un despliegue de medios tanto en lo técnico como en lo económico que hacen de esta tercera temporada de las mejores series del año.
Nada os puedo decir salvo, que la veáis y juzguéis vosotros y vosotras mismos
Muchos besos rinconeros y rinconeras (si me leéis veréis que ya no pongo el @, pero todo tiene una explicación y ya me sentaré a contaros) y deseo veros mañana con un libro magnífico que me dejo sorprendida
:) :) :) :) :)
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