Y como sabéis si me leéis Pérez Reverte es un compañero de vida para mi, porque pasa mucho tiempo en mi mesilla, en mis viajes en metro, en mis ensoñaciones cuando leo sus personajes e historias...
Un libro cuya sinopsis dice:
"El arte del mando era tratar con la naturaleza humana, y él había dedicado su vida a aprenderlo. Colgó la espalda del arzón, palmeó el cuello cálido del animal y echó un vistazo alrededor: sonidos metálicos, resollar de monturas, conversaciones en voz baja. Aquellos hombres lían a estiércol de caballo cuero, aceite de armas, sudor y humo de leña.
Rudos en las formas, extraordinariamente complejos en instintos e instituciones, eran guerreros e intuiciones, eran guerreros y nunca habían pretendido ser otra cosa. Resignados ante el azar, fatalistas sobre la vida y la muerte, obedecían de modo natural sin que la imaginación les jugará malas pasadas. Rostros curtidos de viento, frío y sol, arrugas en torno a los ojos incluso entre los más jóvenes, manos encallecidas de empuñar armas y pelear.
Jinetes que se persignaban antes de entrar en combate y vendían su vida o su muerte por ganarse el pan. Profesionales de la frontera, sabían luchar con crueldad y morir con sencillez.
No era malos hombres. Ni tampoco ajenos a la compasión. Sólo gente dura en un mundo duro"
Por supuesto me lo leeré y os contaré que me pareció, si lo leéis antes que yo comentármelo ¿Vale?
Muchos besos rinconer@s y mañana nos vemos con una obra teatro llena de cariño :) :) :) :) :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario