Cuando fui hace un mes a la I Jornada de Micromachismos, hubo una figura muy presente y que todas las ponentes que allí habían ensalzado, y es que ¿Quién puede poner en duda la valía y la importancia para la lucha de las mujeres españolas el papel que tuvo Clara Campoamor?
Clara fue una política española, defensora de los derechos de la mujer y principal impulsora del sufragio femenino en España, lograda en 1931, y ejercido por primera vez por las mujeres en las elecciones de 1933.
Nació en el seno de una familia madrileña, con un padre que era contable de un periódico y su madre costurera. Tuvo dos hermanos, pero sólo sobrevivió Ignacio que más adelante ocuparía puestos de responsabilidad política durante la II República.
En 1920 pudo por fin dedicarse a sus estudios, consiguió el título de bachiller, matriculándose luego en la Facultad de Derecho, de la que se licenció en menos de dos años. Mientras tanto, había ido participando en algunos asociaciones e impartiendo varias conferencias. Aunque ya con 36 años, se convierte en una de las pocas abogadas de la época, e inmediatamente comienza a ejercer su profesión.
Sus ideas sobre la igualdad la acercan al PSOE, pero nunca se incorporó al partido porque no aceptó la colaboración de éste con la dictadura de Miguel Primo de Ribera. Mantuvo una gran actividad como conferenciante, defendiendo siempre la igualdad de derechos de la mujer y a libertad política.
Pero sin duda una de las cosas que más se recuerda y la ensalza, es su lucha por el sufragio femenino.
Al proclamarse la 2ª República, Clara Campoamor fue elegida diputada (en 1931 las mujeres podían ser elegidas, pero no electoras) por el Partido Radical, al que se había afiliado por haberse proclamado "republicano, liberal, laico y democrático".
Formó parte de la Comisión Institucional y allí luchó para establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas habido s dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a menudo llamado "voto femenino". Consiguió todo, excepto lo relativo al voto, que tuvo que debatirse en las Cortes españolas.
La izquierda con la excepción de un grupo socialista y algunos republicanos, no querían que la mujer votase porque se suponía que estaba influída por la iglesia y votaría a favor de la derecha.
Por ello el Partido Radical Socialista puso la frente a Clara y a otra reconocida diputada, Victoria Kent, contraria al voto de las mujeres. El debate final celebrado el 1 de octubre fue extraordinario y Campoamor considerada como vencedora. Finalmente, la aprobación del artículo 34 que posibilitó el sufragio femenino se logró por 161 votos a favor y 121 en contra.
Profeticamente, ni ella ni Victoria Kent consiguieron renovar sus escaños en las elecciones de 1934.
Esta señora tan increíble tuvo que luchar como una javata y dejarse la piel por algo que hoy en día las mujeres vemos normalizado, votar. Pero en esa época, la de Clara era algo impensable porque la mujer solos servía para servir a su marido, a sus hij@s y ser ama de casa y ella no tenía el raciocinio ni la capacidad legal para elegir que querer.
Todas las españolas deberíamos no olvidar e intentar que nuestros hijas y nuestros hijos conozcan a esta figura clave de España, porque para desgracia de las mujeres, la lucha continua y nunca debemos los brazos porque todavía nos quedan muchas cosas que conseguir, como por ejemplo tener puestos de responsabilidad en empresas grandes.
Este espacio se lo quiero dedicar a mujeres como Clara que dedican su vida a luchar y que hacen que se consigan cosas con insistencia, trabajo y razones. Por todas ell@s va este espacio, y también por los hombres (que los hay) que luchan por nuestros derechos. Porque debemos luchar porque la figura de esta mujer no sea nunca olvidada y reconocida.
Pero este espacio va a mi madre, que me ha enseñado e inculcado que no hay nada que no pueda conseguir por el hecho de ser mujer, gracias mamy tú eres la heroína de mi vida.
Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)
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