15 años y un día nos narra la historia de Jon, un adolescente rebelde y conflictivo, lo envía su madre a vivir con su abuelo Max, un militar retirado que estuvo en la guerra de Bosnia, y que ahora vive en un pueblo de la Costa de la Luz. Cuando Jon es expulsado del colegio, su madre piensa que quizá Max pueda enderezarlo. Pero a Jon le gusta vivir peligrosamente, y su abuelo se ha convertido en un hombre de costumbres tranquilas. Los dos tendrán que enfrentarse a sus limitaciones y a sus miedos.
Y esta película plantea en mi opinión una gran pregunta ¿Qué hacer cuándo un hijo va por el camino no correcto? ¿Es mejor cortar por lo sano o luchar?
He titulado el post de hoy como corrección y contradicciones, la primera porque todo en ella es correcta. Un correcto guión, unos correctos actores, una correcta trama pero quizás en mi opinión previsibles...
Quizás la intención de Gracia Querejeta con esta previsión es hacer partícipe al espectador de lo que va a ir sucediendo durante la hora y media de película o quizás no, no lo se, el caso es que momentos se me iba quedando floja pero justo en esos momentos sucedían cosas que para nada me podía esperar, por eso creo que la película juega con las contradicciones, te hace partícipe pero a la vez te mete zarpazos que no veías venir.
Por otra parte me encanta esta forma de hacer cine lento, sin sobresaltos, llevándote en cada momento por la historia, no hay historia lenta o película lenta sino espectadores ansiosos y acostumbrados a vivir demasiado deprisa y esta película se va cociendo a fuego lento y eso hace en mi opinión que el disfrute sea mayor y que no se nos escape nada... aunque hay grandes incógnitas cuando termina la película ¿Por qué el abuelo de Jon dejo a la abuela? ¿El personaje de Maribel Verdu tiene una buena relación son su padre?
Otra mención a parte de la película son los actores con una Maribel Verdu y Tito Valverde correctos aunque ella tiene un monólogo con su hijo en coma que hace que todos los pelos se pongan de punta; el peso recae en el actor que da vida a Jon y lo hace muy bien desde la rebeldía y el ocultismo de un chaval de 15 años.
Pero sobretodo resaltaría a dos personajes: Susi Sánchez, que borda el papel de abuela resentida con su ex marido y el de Belén Sánchez, nominada al Goya a la mejor actriz revelación, que vaya que rebela un personaje lleno de fuerza y tormentos y justicia que para eso es la poli de la película.
En mi opinión la película es un poco descafeinada, pero goza de un encanto y una magia que muy pocos saben plasmar como Gracia Querejet a quién admiró y respeto.
No se lo que la depararán los Premios Goya, pero sea lo que sea es un gusto ver a nuestros directores españoles empeñados en sacar adelante a este industria con películas fieles a sus estilos y sus formas de entender el cine, como es ésta, así que muchas suerte y ya se verá.
No quiero decir despedirme hasta mañana sin mostraros mi alegría ante la noticia cultural madrileña en el día de hoy, que es la inauguración de la exposición dedicada a Paul Cezanne en el Museo Thyssen de Madrid.
Un monográfico sobre el atormentado e incomprendido pintor que hace un gran recorrido por toda su obra desde hoy día 4 de febrero hasta el 18 de mayo.
No dudéis que nada más que tenga oportunidad iré a verla y os comentaré, pero no lo dudéis dejaros llevar por la magia que nos regala el Museo Thyssen, porque sin duda esta exposición y la del Greco en el Prado marcaran el año cultural pictórico de mi ciudad.
Besos rinconeros/as y hasta mañana con un espacio dedicado a películas ya nombradas este año en el blog que van desde una cinta con un presupuesto de rodaje de 1.500 euros hasta neonazis.
:)
No hay comentarios:
Publicar un comentario