Con la llegada del calorcillo de junio, también llegó el último libro de la que no me cansó de denominar, mi primera gran maestra feminista, Nuria Varela y su nuevo ensayo, El síndrome de Borgen, porque las mujeres abandonan la política.
Y claro, comprarlo y leerlo era una bendita bendición. El libro de una mujer que ha estado en política, que entiende sus caminos y recovecos y sabe de primera mano como las mujeres cuando dejamos de ser útiles nos desechan, haciendo que a pesar de tener presencia, está sea efímera y llena de críticas y cuestionamientos ajenos a:
- nuestras palabras.
- Nuestra opiniones.
- Nuestros cuerpos.
- Actos en la vida privada.
"Este libro es una reflexión sobre la presencia -y la ausencia- de las mujeres en la toma de decisiones, más allá de los números, más allá de la igualdad formal o la paridad.
El número de mujeres líderes que han dejado sus cargos políticos en los últimos años es tan elevado que merece la pena ser estudiado como un fenómeno nuevo, que la autora ha bautizado como el «síndrome Borgen». El nombre hace alusión a la serie de televisión danesa que mostró la cara B del empoderamiento, concepto tras el cual se esconden más trampas que soluciones.
Desde la reivindicación organizada del derecho al voto para las mujeres fueron necesarios más de cien años hasta que en 1960 Sirima Bandaranaike se convirtiera en la primera mujer elegida jefa de un Ejecutivo. Más de sesenta años después, apenas hay una veintena de mujeres líderes en el mundo, pero, además, si el 1 de enero de 2023
había treinta y seis mujeres jefas de Estado o Gobierno, en septiembre de ese mismo año solo quedaban veintiocho.
Las extrañas, las intrusas, se cuelan por las rendijas de un poder que se resiste a ser compartido. Más parecen okupas a las que en cualquier momento se las puede desalojar con cualquier cantidad de violencia".
¿Por qué la presencia de las mujeres en política siempre es testimonial?
¿Por qué cuando las mujeres en política tienen algo de poder, éste es constantemente cuestionado?
Este ensayo de Nuria es un reflejo de la sociedad en la que vivimos y como da igual en que ámbito nos encontremos porque siempre sin excepción seremos cuestionadas.
¿Lo habéis leído?
Por favor poner a Nuria Varela en vuestras manos.
Y solo despedirme de este post, recomendando que busquéis a Ana Bernal y veáis su columna de ayer sobre violadores en potencia. Y siento si eres hombre y te das por ofendido, pero es que nos están matando, quemando, violando, atropellando... hombres ... y no escondidos en esquinas, sino del entorno más cercano.
Un beso muy fuerte y en este nuevo comienzo de curso con nervios, ganas y nostalgia de los días de vacaciones, quiero dejaros con una de las canciones de mi verano.
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