Muy buenas tardes rinconeros y rinconeras. Este lunes 8 de julio con el ventilador ladeado en mi espalda y de fondo con Keep your head up de fondo he querido sentarme con calma y algo más de tranquilidad en este rincón en el que llevaba casi tres semanas sin asomarme.
¿Por qué? Quizás cansancio, quizás estrés, quizás porque no decirlo desgana.
Este rincón lleva siendo más de 14 años mi lugar seguro, el sitio donde sentirme más yo, donde abrirme y refugiarme. Y como sabréis si me leéis este 2024 en el mes de abril, la vida laboral, social y en general, se me paralizó con un brote de espondilitis en donde para no acabar mentalmente más jodida me refugié como nunca en él, pero mi cabeza hace unas semanas de forma inconsciente me dijo basta, para, respira y cuando sientas calma y paz, vuelve.
Y aquí estoy, después de unas semanas de mucho trabajo, de la visita al reumatólogo que me dio noticias bastante contradictorias, con adorables siestas de por medio, con alguna quedada, con algún plan fuera de Madrid, y tratando de llenar historias mis dedos.
Unos dedos que se encontraban sin ganas ya no solo de teclear sino de compartir aquellos post que tenía organizados desde hacia semanas, pero no sentía esa ilusión que siempre me acompaña. Como dice mi chico, que es un sabio desde hace unos días, de 43 veranos, quizás estaba más estresada y agobiada de lo que podía verbalizar.
Este 2024 esta siendo fluctuante porque:
- He vuelto a llorar con fuerza y me estoy permitiendo el lujazo para como soy yo, de decirme Natalia, ya.
- Estoy dejándome llevar en muchos aspectos, puedo planear salidas o comidas pero si estas se alargan, trato de dejar los agobios fuera de mi cabeza.
- He permitido que un imprevisto de un viaje planeado desde hacia 7 meses no me arruinará mi fin de semana en Valladolid.
- Trato de ponerme en valor aunque la autoestima no este como a mí me gustaría.
- Estoy trabajando en mis enfados e iras.
- Intento paralizar en mi cabeza situaciones o cosas que se que me afectan y tratar de pensar con la cabeza fría, porque siento que van a venir decisiones difíciles que tomar y debo afrontarlas con madurez, mirando por mi misma.
- Estoy aprendiendo a verbalizar a mi entorno mas cercano cuando estoy mal. Cosa que antes era impensable porque para según que cosas soy muy cerrada.
- Vivo el día a día, pensando nada más en que voy a cenar por la noche y si se me olvida sacar la cena, vestirme, bajar al Lidl e improvisar.
- Tratando de no llenarme de planes que luego me apetecen hacer porque creo que he llegado a esas edad donde mi mayor placer es sentarme en el sofá de mi casa, levantar la mesa y beberme un matcha.
- No juzgarme en los caprichos que me puedo dar, tales como conciertos, que estoy gozando como aquella niña que se tiraba tardes enteras jugando con sus Barbies.
- Aceptando los cambios en mi cuerpo. Hace 262 días que deje de fumar y mi cuerpo estuvo paralizado más de cinco semanas, por lo que éste no es el mismo, está más redondo y estoy en proceso de quererlo, respetarlo y vivir en él.
Como os decía este rincón es lo más apreciado de mi vida, y siento que solo puedo sentarme cuando realmente estoy bien, y no convertirlo en algo mecánico, sin sentido ni emociones y sentimientos, que son los que mueven mi vida.
Así que sin culpas por lo vivido o lo que pueda vivir, hoy os digo de nuevo hola, y espero veros mañana en el último martes de teletrabajo antes de mis merecidas vacaciones de verano.
:) :) :) :) :)
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