"Diez años después de sus felices para siempre, Giselle cuestiona su felicidad, sin darse cuenta, cambiando la vida de los del mundo real y de los habitantes de Andalasia".
Puff, me da hasta pereza sentarme a hablar de las nuevas aventuras de Giselle, pero creo que cada uno o una tenemos una percepción y una opinión, y lo que a mí me ha parecido un aburrimiento total, a otros u otras les puede encantar, como hace diez años Encantada, esa princesa que se cae del cuento y acaba en la ciudad de Nueva York. Pero ya sabéis, los cuentos, los cuentos son, e idealizarlos nos puede llevar a buscar una felicidad que no existe, o no existe como un cuento, y desde aquí es desde donde creo que arranca Desencantada.
Una película que gracias a ella me eche una buena siesta, porque no había por donde cogerla, llena de tags y estereotipos princesoides, de la que no salvo ni a mi amada Amy Adams.
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