Este libro de Chimamanda Ngozi Adichie, además de ser una de las cositas de la lista para los Reyes Magos de este año, tengo la intuición que debería ser un libro que deberíamos leer tanto los mujeres pero también los hombres. Porque no nos equivoquemos las mujeres juntas somos fuertes pero los hombres se deben involucrar porque nacen de una mujer, en algunos casos se casan con ellas, tienen hijas... por lo que luchar y exigir un mundo donde la igualdad y la equidad sea una realidad les implica de forma personal.
Ser feminista no es solo cosas de mujeres. Chimamanda Ngozi Adichie lo demuestra en este elocuente y perspicaz texto, en el que nos brinda una definición singular de lo que significa ser feminista en el S. XXI. Con un estilo clásico y directo, y sin dejar de lado el humor, esta carismática autora explora el papel de la mujer actual y apunta ideas para hacer de este mundo un lugar más justo.
¨Hoy me gustaría pedir que empecemos a soñar con un plan para un mundo distinto. Un mundo más justo,. Un mundo de hombres y mujeres más felices y más honestos consigo mismos. Y esta es la forma de empezar: tenemos que criar a nuestras hijas de otra forma. Pero también a nuestros hijos...¨
La crítica ha dicho de este ensayo que es conmovedor y que debería llegar a todos los estudiantes y profesores para provocar un nuevo debate y concienciar a los más jóvenes y no tan jóvenes.
Y que gran verdad, esta semana hemos visto como se han hecho públicas las cifras que casi un 30% de la población más joven considera que la violencia machista en la pareja es de lo más normal. Yo me eche las manos a la cabeza, porque de ¨normal¨ no tiene absolutamente nada. Vivamos en pareja o no, cuando la tenemos los dos miembros de ella deben ser dos seres totalmente libres, que cada uno o una pueda tener su espacio de crecimiento y salidas personales sin necesidad de que eso cueste una bronca, una mala cara, más llamadas de lo normal al móvil, una bofetada o situaciones de muchísima más violencia, inclusive la muerte... No, no es nada normal.
Por favor no normalicemos los comportamientos y actitudes que son delictivas, porque esa situación no es para nada amor, es control.
Leía en esas cifras que la violencia y las actitudes machistas han subido por la población inmigrante, yo no voy a negar que hay personas de determinados países que por cultura tienen según que actitudes adaptadas a su vida diaria sin verlas ni vivirlas como un delito, pero os aseguro que el machismo y la violencia en la población española está tomando latitudes muy altas y nada tiene que ver la población inmigrante.
¿Qué hacer? Educación en edades muy tempranas para criar y educar seres humanos sanos y con las habilidades y herramientas necesarias que ni necesiten ejercer su poder sobre otro u otra, ni que se dejen someter y sepan identificar cuando están siendo víctimas de violencia de género.
Ojala llegué el día en el que este tema sea pasado, pero me temo dados los post de este fin de semana, que el feminismo y las feministas debemos estar más activas que nunca.
Y para terminar dejarle aquí escrito a sus Majestades de Oriente que por favor dejen en nuestra casa este libro, que tengo muchas ganas de leerlo y aprender, que nunca es tarde y vivimos para estar en constante reciclaje.
Muchos besos rinconer@s y mañana nos vemos con más :) :) :) :) :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario