Me era imposible por varios motivos no escribir el post de este sábado:
1º Como mujer.
2º Como ser humano con sentimientos y algo que le llaman corazón.
3º Porque me mueve mis sentimientos y dolores más profundos de mi.
He decidido que este sábado no podía sentarme a hablar de otra cosa, que no fuera el juicio que se está llevando a cabo en Pamplona desde esta semana a cinco bestias por la violación en grupo de una chica de 18 años. He leído esta semana que decían ya es mayor de edad ¿Y? La barrera de 17 años y 364 días y los 18 años es muy fina, casi transparente, así que me vais a permitir que diga a la niña de 18 años.
Me imagino que si habéis visto la tele, oído la radio o tenéis redes sociales estáis al corriente de la noticia de que ha sido admitida a trámite en el juicio un seguimiento que se hizo por parte de la defensa a la víctima de este acto tan atroz.
A la par de llevarme las manos a la cabeza y echarme a llorar porque estos temas os repito son temas que duelen en lo más íntimo de mi persona, a la rabia e indignación, le sigue la pregunta ¿Es relevante la vida después de lo que ocurrió para el juicio?
También se hizo que el magistrado que enjuicia el caso no ha admitido a trámite los whatsaps previos en donde planeaban comprar burundanga. ¿Conocéis que es la burundanga? ¿Sabéis con qué fines se usa en relación a las mujeres?
No quiero y no debo poner en duda al magistrado, pero os repito como mujer creo que de nuevo y de forma muy patriarcal y machista, la víctima está siendo de nuevo señalada, inclusive con un diario español mostrando una foto de ella acompañada, eso sí de espaldas. Encima les tendremos que dar las gracias de que no muestren su cara.
De igual forma los acusados de este acto asqueroso y nauseabundo, han pedido que no se muestren sus caras en las redes sociales por intimidad, algo que muchas y para mi agrado muchos no están respetando, porque creo que debemos conocer las caras de los tipos que deciden que van a pasar ¨una buena noche¨ a costa del cuerpo de una mujer.
El hecho en sí que padeció ella ya es indescriptible y poderlo verbalizar con palabras pero que encima la justicia actúe de esa forma tan cruel, considero que es una nueva puñalada para ella y para todas las mujeres que son muchas que han sufrido una agresión sexual. Y ven cómo parece que en este país la palabra de la víctima no vale nada, solo sirve el apaleamiento público, las especulaciones, los test a través de redes sociales para medir que pasará en la sentencia final. Todo una serie de despropósitos y malos tratos que hacen que esta semana sea calentita.
Calentita porque estamos cansadas de siempre ser juzgadas:
- ¨Que si vamos con la ropa muy corta y enseñando de más¨. Joder si es nuestro cuerpo y decidiremos como lo vestimos.
- ¨Que si hemos dado coba al otro¨. Estamos en nuestro pleno derecho de tontear, morrear y meternos mano con quién consideremos, pero en el momento en que se diga la palabra NO, ahí está la barrera de una agresión sexual.
- ¨Que si se lleva una vida muy normal, saliendo y hasta siendo activas en redes sociales¨. Que pasa que porque sufras una agresión sexual tu vida se debe cortar, ¿Te la debes quitar? ¿Quién marca las pautas posteriores que debe ser una víctima?
Nosotras sí somos la manada
Los datos confirman que la violencia contra la mujer está viviendo unos repuntes altísimos, y estas medidas judiciales y sociales, porque en serio da ASCO ver la televisión esta semana, o mejor dicho ciertos programas como el de Ana Rosa Quintana o Espejo Público, que de forma totalmente tendenciosa tratan y hablan de este tema, no ayudan para nada a que mucha parte de la población tome conciencia sobre la gravedad de que al día hayan varias denuncias por violación en nuestro país.
¿Hasta cuándo vamos a tener que pasar miedo cuando vamos solas por la calle?
¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar el juicio verbal de otro sobre nuestro cuerpo, eso que llaman ¨piropos¨?
¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar que se enjuicie a una víctima en vez de ser protegida?
Nadie, y repito nadie, somos quien para juzgar a las mujeres que sufren agresiones sexuales, ni cómo se comportan ante una, porque depende de como se actúe puedes salvar la vida. Y eso os doy fe de ello.
No se que ocurrirá en el juicio de Pamplona, pero creo que la sociedad en la que vivimos debemos hacer un ejercicio muy fuerte de conciencia en que punto estamos y dónde queremos llegar, educando a nuestros pequeñ@s, a nuestros adolescentes y reeducando a nuestros adultos, porque no debemos ser tocadas sin nuestro consentimiento, y si alguien que justifica o busca alguna excusa a una agresión sexual, debería hacérselo mirar porque estáis enferm@s.
Os debo ser sincera y deciros que escribir este post con algunas de sus palabras me rasgan por dentro, habiendo y estando pasando una semana terrorífica donde algunas pesadillas rondan mi cabeza de nuevo, pero solo os puedo decir que las mujeres somos muy fuertes y debemos estar unidas ante este nauseabundo y sucio asunto. Solo juntas y luchando podremos conseguir algo, eso sí es imprescindible que los hombres actúen de igual manera, porque sino no conseguiremos nada.
Solo me puedo despedir de este post mostrando la cara de esos, porque si ellos no supieron respetar un NO verbal o físico, nosotr@s no debemos respetar su intimidad. A pesar de que su cara este en mi blog me produzcan verdaderas ganas de vomitar.
Hasta mañana.
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