¿Quién no recuerda con cariño aquel beso que no nos dieron o ese amor que no llegó a serlo nada más que en nuestra mente?
Siempre he considerado arriesgado cuando una novela tiene tanto éxito y tantas buenas críticas el llevarla a la gran pantalla, porque cuentas con dos puntos muy importantes:
1º Sabes que la legión de fans del libro van a ir a ver en carne y hueso a esos personajes que se han imaginado en multitud de ocasiones en la cabeza. Ahí la magia de leer, cada persona, una cabeza y una ensoñación diferente.
2º Que en nada se parezca esa película a ese libro ni a tus personajes amados.
Pero esto no pasa en la película más graciosa española que he visto, No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, que tuve la suerte de ver el sábado pasado en compañía de mi mejor amiga, a la cuál le gustó tanto el libro como a mi.
A Sara le gusta planificar y quiere que todo salga perfecto para la visita de su novio que lleva un año fuera. Pero una semana antes de su llegada, la vida de Sara, y su piso, se convierten en un caos. Sus padres al borde del divorcio y una hermana menor a punto de casarse con Aarón, un famoso cantante que resulta ser el amor de instituto de Sara.
¿Qué ha hecho mal para que el karma le devuelva todo esto?
Como se capta la esencia loca y romántica del libro creo que es cosa del karma, que ha hecho que toda el equipo haya echo un trabajo enorme, lleno de matices y colores muy divertidos.
Uno de los géneros en cine más difícil es la comedia, porque mucha gente tiende a llevar al ridículo escenas o actos, pero hacer un humor inteligente, sin ofender a nadie y con el objetivo de que el espectador que está al otro lado de la pantalla disfrute sucede desde que la película comienza.
Que difícil es hacer disfrutar y que fácil se percibe cuando quienes lo están haciendo, a la par están jugando a un trabajo en el cuál se tienen que poner el traje de otra persona y dejar atrás supersticiones, miedos o vergüenzas. Y lo de La Echegui (y si le pongo el artículo como a las grandes), es de otro planeta, es increíble ver reflejada la Sara que yo leí, ver su energía, su ternura, su caos, su amor, su trabajo a través de los ojos y las enormes gafas que lleva en la película, para eso es la "chica con las gafas más bonitas de Malasaña". Ella ha hecho de lo difícil algo muy fácil. No hay mejor recompensa que este fin de semana la película haya desembarcado en el cuarto puesto de la taquilla.
Pero puestos a pedir me encantaría ver su nombre es las nominadas a los Goya de este año ¿Para cuándo un Goya a una actriz que nos hace reír? Felicidades Verónica.
Y resaltó el trabajo de Verónica pero al igual que todo el equipo que se lanzan a un guión muy muy ordenado, sin flecos, compactado y enseñando al espectador y espectadora lo realmente importante de la historia,
Mi amiga en el cine me dijo de Alex García "Alguna vez has visto que aun hombre le siente tan bien una guitarra en la espalda"... No es que le siente bien la guitarra, es que todo lo que hace a mi me encandila y me lo creo, no he visto a nadie recitar con tanta pasión a mi amado Federico García Lorca. Pero Alex García, David Verdaguer, Elvira Minguez, Alba Galocha y todo los actores y actrices hacen de la risa, un arte. Y de una gran novela, una película cojonuda.
Trabajo aparte el montaje de la película, que es una delicia, porque hay escenas realmente locas y en mi opinión complicadas, que sin un buen trabajo de montaje quedarían inconexas.
Según lo que estáis leyendo, os imaginaréis que la película me ha encantado ¿Verdad?
Pues ahí van algunos de los motivos por los que hay que ir a verla:
- Porque la risa siempre es buena acompañante. Pero cuando esa risa no ofende, no ensucia y llena la pantalla, que buena es.
- Porque una película que no cuenta con ninguna cadena privada para financiarse y solo se sustenta en el talento y buen hacer de su equipo es un riesgo que merece ser recompensado.
- Porque la disfrutas, la gozas, la ríes, la lloras, la cantas, la bailas... la vives desde que comienza.
- Porque los actores y actrices están redondos, no me cansó grande Echegui, grande.
- ¿Qué sería de una película sin una buena banda sonora? Pues esta BSO lo es, especial divertida, bailable... Yo ya la oigo en Spotify.
¿Os la recomendaría? En los tiempos que vivimos donde el mundo da miedito creo que no hay mejor terapia que la sonrisa, el talento y el buen hacer.
Si la veis ya me direís que os ha parecido, y mientras tanto esperaré a que salga en dvd para poder tenerla en las recién estrenadas estanterías de mi casa.
Yo no se si el karma hace que nos pasen desgracias o nos bendice con su buena suerte, pero creo en la fuerza de las personas, en su espíritu, en su alma, en su corazón, y con todos ell@s al mismo compás las personas somos imparables.
Besos rinconer@s y hasta mañana :) :) :) :) :)
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