Hace semanas que no me sentaba para poder compartir con vosotros, obras de arte, cuadros o dibujos que me parecieran una belleza o que me hubieran gustado o impactado por algo, pero es que la semana del cine, la actualidad, los librossss han cubierto muchos espacios, y antes de nada gracias gracias y gracias ya no sólo por las visitas sino por leer los espacios....
.... Hoy quería compartir con vosotros un cuadro que tuve la oportunidad de ver en mi visita al Monasterio de El Escorial, El entierro de San Lorenzo de Juan Fernández de Navarrete.
Y antes de nada esta foto que os pongo en aquí en nada se parece a la impresión de verlo en persona, porque me impresionó mucho la oscuridad del lienzo y como sólo cobra importancia la luz en los puntos importantes del cuadro y es que en este período la pintura guiaba con sus luces como tener que ver un cuadro, digamos como como que nos iba guiando en un laberinto par saber que pasos dar para ver este cuadro y lo que éste nos quería enseñar.
Y es qué ¿sabiáis que el nombre del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial recibió este nombre por este santo? Pues sí fue torturado y metido en una parrilla y por ese sufrimiento y por su fe fue considerado y nombrado santo.... y es que en épocas del Renacimiento dónde estaba la contrarreforma católica en España, se consideraba que la pintura debía ser un instrumento para de fe, es decir que a través de los cuadros los ciudadanos en su mayoría analfabetos comprendían los dogmas católicos.
Y es que la única forma de acceder al cielo o la Gloria era la virtud del la caridad o el sacrificio como en este caso de San Lorenzo.
Y es que la anatomía humana de este cuadro que empieza a perfeccionarse; el foco de luz que viene de lo divino y el foco que viene de la parrilla (abajo de San Lorenzo) son los verdaderos protagonistas del cuadro.
Y como os decía en el título ¿Por qué solo los cuadros luminosos parecen a ojos del ser humano bellos? Yo creo y afirmo que no, que en la oscuridad, que en lo oculto, que en lo siniestro se encuentra una belleza mucho más palpable, porque sólo nos muestra lo verdaderamente importante, dónde deben ir los ojos y deja lugar a algo maravilloso, la imaginación.
Y este tenebroso y precioso cuadro, fue hecho de manos de Navarrete, pintor y artista del Cinquecento, que destacó por ser pintor de la corte de Felipe II y participar en las obras del Monasterio de El Escorial.
Como os he dicho al principio, al ver este cuadro me quede parada un buen rato (gracias a Lorena que estaba todo el rato a mi lado), viéndolo, observando cada detalle y dejándome anonadada, porque os admito los cuadros de motivos religiosos no son muy fuerte pero este no se porque motivo ha sido diferente.
Solo os digo que os recomiendo una vez más la visita al Monasterio de El Escorial y ya hay otro motivo ver este cuadro y me contáis que os ha parecido.
Bueno rinconeros mañana nos vemos con un espacio lleno de estrenos españoles.... hasta mañana
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