Algunos hombres buenos: pedazo de monólogo que se marca Jack Nicholson

Buenas tardes por las tardes...... hoy quería compartir con vosotros dos cosas:

1º El pedazo de monólogo que se marca Jack Nicholson en una de mis películas favoritas, Algunos hombres buenos, el que sigue siendo a día de hoy uno de los mejores acotres de este planeta.

2º Ayer fue un día muy feliz para mi, comencé a trabajar y fue la inauguracion de la exposición "Mundo Extreme" en La Casa Encendida", y desde aquí nuevamente os invitó a ir a disfrutarla porque está tan bonita, es tan increíble, es tan fascinante ver los trabajos de los artistas que trabajan en Debajo del Sombrero.

Fue una tarde bonita dónde hubo reencuentros muy bonitos, como mi querida Rosa que desde aquí aunque no lo vas a leer nunca te digo que te quiero Rosita, que nunca mi nombre había sonado tan bonito como en tu voz "Quitalia"; poder felicitar a Miguel Ángel por su cumpleaños y por su dibujo; ver a Toni, que hacia meses que echaba de menos ver su cara; Alicia que no me cabe más admiración por ella; María, la dulzura personificada; Jorge y sus manos de oro; José Manuel y su mundo lobuno; Sergio y su profundidad en las rayas... en fin que os podría poner un sin fin de cosas, pero lo único que me emocionó ver esos dibujos que yo he visto creándose, colgados en una pared expuestos para el público para que se pueda ver cuanto talento hay, cuánto.

Nuevamente os invitó a ir y dejaros llevar por esos dibujos esculturas, el precioso poema de Carlos.......

Era imposible dejar pasar por alto esta película y su escena final, esa discusión, monólogo, llámalo X que mantienen Tom Cruise y Jack Nicholson en Algunos hombres buenos, es simplemente una de esas joyas que nos regala el cine y que podemos disfrutar por un tiempo muy bonito, el resto de nuestra vida.

Y es que además de tener una buena trama, los actores hacen que todo el anclaje funcioné y haga de una historia de militares una de esas películas que te hacen pensar dónde esta la barerra del deber y de la humanidad, y es que el código rojo al soldado Santiago trae unas consecuencias terribles, sobre todo para él.

Espero os gusté tanto como a mi, porque sólo leerlo ya hace que se me ericé la piel:

"Hijo, vivimos en un mundo que tiene muros, y esos muros deben ser protegidos por hombres con armas. ¿Y quién va a hacerlo? ¿Tú? ¿Tú, teniente Weinburg?. Yo asumo una responsabilidad más grande de la que puedas imaginar.
Lloras por Santiago y desprecias a los marines, puedes permitirte ese lujo. Tienes el lujo de no saber lo que yo sé, que la muerte de Santiago, aunque trágica, probablemente salvó vidas.
Y mi existencia, aunque grotesca e incomprensible para ti, salva vidas. Tú no qieres la verdad porque en tu interior, en lugares de los que no hablas en las fiestas, me quieres en ese muro, me necesitas en ese muro.
Utilizamos palabras como honor, código, lealtad. Utilizamos esas palabras como la columna vertebral de una vida dedicada a defender algo. Tú las utilizas como una frase hecha. No tengo ni el tiempo ni las ganas de dar explicaciones a un hombre que se levanta y se va a dormir bajo la manta de libertad que yo le garantizó, y que luego cuestiona la manera en que yo le protejo. En tu lugar, me limitaría a darme las gracias y seguir tu camino.
Sino, te sugiero que tomes un arma y ocupes un puesto de vigilancia. En cualquier caso, me importa un carajo lo que sientas que puedas recriminarme".

Me parece increíble la intensidad, las palabras, el desprecio que hay en cada una de las letras que pronuncia Jack Nicholson, como se confunde el honor con la decencia y en qué la defensa de la nación no puede ni debe justificar actos que no deben realizar personas que se supone están al servicio del bien de los demás.

Sólo deciros para terminar que espero que si la habéis visto la veáis en versión original porque sus voces son tremendas, el señor Nicholson en especial a mi me para el corazón..... y si no ¿A qué esperáis?

Os digo hasta mañana con la escena en particular y con una gran sonrisa en la boca y en el corazón... besos :)