Hoy cumple años una de mis personas favoritas del mundo

Hoy hace unos cuantos años -no voy a decir la edad porque en mi corazón sigue siendo aquella adolescente que conocí en la puerta de mi casa- nació, ya no solo una de mis personas favoritas de mi vida sino una mujer a la que quiero y admiro: mi tía Zara.

Ha pasado alguna década pero para mí es como si solo hubieran pasado tres semanas como os decía desde aquella primera vez que la vi en la puerta de mi casa. Mi tío había venido y la había dejado sola en la puerta. Y mi yo niña, cuando la vio la dijo "¿Eres la novia de mi tío?".

Ha pasado alguna década desde aquel día que mientras mi familia despedía a la bisa Teodora yo me quedaba con ella en el puesto de prensa del mercado de Ventas.

Ha pasado alguna década desde la boda de mis tíos Fernando y Diana y baile con ella y ese mono sino me falla la memoria azul que llevaba.

Ha pasado alguna década desde que iba al puesto de helados de Vallecas.

Ha pasado una década y casi cuatro años, desde que nos regaló al rubio de la familia.

Pero de todas las cosas que han pasado, no ha pasado ni un solo día en que yo no la admire. Porque si algo tiene mi tía es sensatez, cabeza, corazón, ideales, fuerza, sonrisas, abrazos que reconfortan, orejas para escuchar, consejos o palabras de aliento ante momentos difíciles de digerir.

Estos últimos meses de este 2022, mi familia ha sido un apoyo enorme ante determinadas circunstancias que hemos tenido que vivir, pero mi tía Zara siempre es el consuelo, el cigarro apresurado y las palabras que necesito oír, porque todo lo que salga de ese cuerpo es amor, verdad y coherencia.

Hoy celebramos un año más de su vida, un año que no comenzó de la mejor forma pero en el que espero que la compañía de quienes la queremos sea más llevadero. Hoy celebramos que llego a nuestras vidas para quedarse. Hoy celebramos que la parió su madre, esa mujer que en el día más triste acompañó a nuestra familia con un cólico al riñón horrible. Y como iba a salir mi tía sino era como esa mujer...

Tía, mi tía, gracias por tantas conversaciones...

Tía, mi tía, gracias por esos cigarros en los que parece que vamos a solucionar el mundo pero que solo nos hace seguir acompañándonos...

Tía, mi tía, gracias por esos abrazos de calor y palabras cargadas de verdad. Esas que pueden gustar o no, doler o escocer, pero que siempre van rodeadas de amor...

Tía, mi tía, gracias por ser mi confidente, mis orejas, mi amiga, te quiero muchísimo Zara, así que nada a seguir celebrando tu vida y agradecer que nos dejes que sea a tu verita.