Buenas tardes rinconer@s!!!
Hace hoy ocho días que llevó sin sentarme y escribir, y aunque las ganas todavía me flojean, he decidido sentarme en este viernes pre final de año, para comentaros como están siendo estos primeros días navideños de este 2017 al que ya solo le quedan horas.
Hace mas de una semana una persona muy querida para mi sufrió un arrechucho de salud bastante serio y aunque ya llevábamos meses viendo que no estaba como antes, nunca deja de sorprenderte y pararte el corazón el pensar que quizás sea las últimas veces que la vas a ver.
Pero si algo es sorprendente en ella, es su fortaleza porque lleva demostrando muchos años que ante cualquier revés que le ha puesto la vida por delante, ella posee una fuerza y energía que tiene escondida en una parte de su cuerpo, dando a quienes la queremos un ejemplo de vida, de superación, de lucha...
Y esta mañana me he llevado una grata sorpresa al hablar unas palabras con ella por teléfono, cosa que ayer a esta misma hora dudaba que pudiera volver a hacerlo, pero es que ella es así en los peores momentos saca sus poderes de superwoman y nos enseña como nunca hay que bajar los brazos ante la adversidad.
Y es como dice esta frase de Albert Espinosa que se la he tomado prestado esta frase suya como lema de vida: ¨Lo triste no es morir sino no vivir intensamente¨. Ella vive intensamente, peleando y dándonos hasta en los más feos momentos un ejemplo de vida y de amor de valor incalculable.
Estos días en los familiar y en lo emocional bastante complicados, se han mezclado con jornadas laborales muy largas pero muy felices que hacen que agradezca a la Navidad y a la vida el poder trabajar en los que me gusta y me hace tan sumamente feliz.
Todo esto juntado con las piedras de mi riñón haciéndose notar, a la par de que el constipado gigante me siga persiguiendo acompañado de unos pequeños brotes de la espondilitis que han hecho de estos primeros días navideños un trance difícil. Pero como os decía no hay nada como ver la lucha de ella para dejar de lado los problemas y los dolores, y centrarse en vivir cada segundo y minuto de la vida, porque la línea entre la vida y la muerte es tan fina que no sabemos donde nos vamos a encontrar dentro de una hora.
Por eso vivamos, sonriamos, lloremos, cantemos, bailemos, comamos, bebamos, trabajemos... porque la vida bien merece la pena.
En estos días muy convulsos y tristes para que engañaros, estoy teniendo la suerte de contar con personas que me están protegiendo y queriendo mucho haciéndome sentir que una no está sola en los malos momentos. Gracias porque esta vida sin esas personas no sería lo mismo, gracias por conocerme, respetarme y quererme.
Solo me puedo despedir de vosotr@s, esperando que esteis pasando unas bonitas navidades.
Yo las mías, aunque están siendo contradictorias subida en un balancín de sentimientos, debo dar las gracias por seguir contando con aquellos y aquellas que quiero, sobre todo con ella, gracias angelito mío por seguir mostrando tu fortaleza ante cualquier situación.
Mañana nos vemos con los estrenos de cine rinconer@s, porque así es la vida, hay que seguir con ella.
Feliz Navidad.
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