Mi madre que como os he dicho en muchas ocasiones en este rincón es
la gurú y guía de mi vida tiene una frase con la cuál creo que debo
comenzar este post de hoy: "Perder la memoria,
olvidar lo que paso, puede llevarnos a repetir lo mismo y es algo que no
podemos consentir que vuelva a suceder".
Hoy
me siento para compartir con vosotr@s una noticia que vi hace unas
semanas en el diario digital El Público, que se hacia eco del estreno
del documental Dejadme llorar, el genocidio olvidado, que trata sobre la terrible y bestial represión que padeció Córdoba durante el franquismo.
Fue estrenado en Córdoba el 28 de septiembre con la participación del juez Baltasar Garzón que además sale en el documental.
El
documental recoge los testimonios de los últimos testigos y de las
familias víctimas del franquismo, al tiempo que da voz al historiador
Francisco Moreno Gómez. En su relato desgrana algunos de los hechos más
terribles de la represión, fruto de más de 35 años de investigación. Lo
que comenzó siendo un corto de 15 minutos, se ha convertido en un
documental sobre el genocidio cordobés.
En él, se desgranan algunos de los hechos más terribles de la represión y es fruto de más de 35 años de investigación.
Las
historias de las víctimas hablan del sufrimiento, la marginación, la
represión y el terror con la que tuvieron que vivir los hijos y las
familias de los/as asesinados/as, desaparecidos/as y perseguidos/as a lo
largo de los años.
Lo que implico toda una vida privada de sus derechos incluido el de
la memoria y el de llorar y enterrar a sus seres queridos. Todos ellos
reconocidos por la ONU y las instituciones de Derechos Humanos, que la
democracia tampoco ha restaurado.
Hace unos meses
una compañera mía de curso, Pilar hizo en público un alegato sobre la
memoria histórica, porque ella tiene razón mientras en las cunetas de
nuestras carreteras, caminos y montes sigan estando los muertos ni las
heridas, ni el futuro podrán seguir.
Un país
democrático como se supone que es el nuestro no puede consentir estas
cosas, no puede consentir que no se haga una crítica pública y
contundente de todos los partidos políticos de esa época de España que
fue tan negra, porque Franco fue un dictador, nadie le eligió ni le votó
sino que se impuso a la fuerza. Y hay que decirlo una y mil veces
porque hay algunos/as que niegan y reniegan a criticar esto, y en una
democracia no se puede ni se debe tolerar.
Hay que
reparar el daño a las víctimas y sus familias, primero dejando que
entierren a sus muertos y luego dejando que lloren, no que llevan ya
demasiados años reprimidos.
Un
país sin memoria, esta condenado a repetir su historia, y documentales
como éste los deberíamos ver tod@s para saber que es lo que no debe
volver a pasar y no olvidar que hubo gente que sufrió mucho y que en la
actualidad lo sigue haciendo porque su descanso está en ver descansar a
los suyos y mientras no los tengan ese dolor seguirá siendo latente.
Con
mi respeto, mi cariño y toda mi fuerza a las miles de personas que
luchan y no se rinden por recuperar a sus familiares me despido de
vosotr@s, por hoy sábado deseando que paséis un feliz fin de semana.
Yo acabo de llegar del Festival a favor del ELA, lo visto, oído y sentido ha sido emocionante desde el principio hasta el fin con ese saludo de las bailarinas lleno de pasión, amor, generosidad y talento. Unas mujeres que hoy han puesto todo su arte y amor por el baile al servicio de otros.
Felicidades Paula, la vida es bonita por encontrarse a gente como tú en el camino. Esta ha sido la primera vez que yo he podido disfrutar de este Festival pero ni mucho menos la última, nos vemos en el 2017!!!!
Muchos besos :) :) :) :) :)
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