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sábado, 24 de enero de 2015

Concha Velasco, teatro, mi chico = regalo perfecto.

Hay algunas veces en las que me llamaréis cursi, pero las estrellas se alinean y vives lo que se considera un día perfecto. Eso es lo que me paso el pasado día 4 de enero cuando mi chico me engañó y me dijo que los Reyes habían dejado un regalo adelantado en casa e ibamos a ir al teatro, así que por favor que no hiciera planes ni pensará en nada que pasar esa día con él.

Y claro, que cara se me quedo!!!! Pues de alegría enorme porque compartir un día entero para mi y para él y como fondo de telón ir a uno de los mayores hobbies de mi vida, el teatro, pues como comprenderéis era el plan perfecto.


Lógicamente me arregle y me puse guapa porque la ocasión merecía la pena, nada de zapatillas ni de leggins, vamos que me planté una falda con botines y medias y eso que hacia un fresqui que te habría las carnes....pero bueno iba todo el camino del metro convencida de ir a ver una cosa.

Pero la sorpresa vino después cuando al llegar al centro, mi chico no tiro dónde se suponía que íbamos con la excusa de que era pronto y quería ir a dar una vuelta a ver uno últimos regalos... y así callejeando y yo con el corazón que me latía a 3.000 pulsaciones por minuto acabamos en la puerta del Teatro Bellas Artes de Madrid para ver a Mi Concha en Olivia y Eugenio.


Solo deciros que entre los nervios y la emoción me eché a llorar como una niña pequeña y es que compartir poder volver a Concha Velasco la que es para mi la mejor actriz que pisa el suelo de este planeta en la compañía de la persona que quiero y que por cierto me ha hecho pasar unos días maravillosos de Navidades, estoy segura que es más de lo que yo me merecía.


Y así con los nervios y los sentimientos  a flor de piel entramos a disfrutar de la obra que me sorprendió, me gustó, me emocionó, me hizo llorar....

En Olivia y Eugenio, madre e hijo enfrentan una situación extrema donde se cuestionan valores que surgen en tiempo de crisis. La tragedia se acerca irremediablemente a Olivia, que rememora su pasado haciendo un sincero ajuste de cuentas con su marido, madre, amistades, médicos, y con todos aquellos que presumen de ser normales, como políticos, profesionales y deportistas con éxito. Sobre ellos Olivia se plantea si son más normales que su hijo Eugenio, un joven con síndrome de Down. Finalmente, ¿quién es normal en esta vida?

No se si alguna vez habéis visto a Mi Concha, pero es como estar viendo la realidad encima de un escenario, parece mentira que este representando una obra porque en todo momento te crees y vives cada palabra que sale de su boca y sientes que ella te está mirando y te traspasa el alma cada frase de ella.

Esta obra es un canto en mi opinión a la ¿Normalidad? ¿Por qué dónde está los límites que se marcan para que alguien se el considere normal o anormal?

¿Por qué una persona con Síndrome de Down es considerado alguien no normal?

¿Acaso es más normal que los políticos se lleven el dinero, o que haya cajas B de partidos, o que haya personas que hagan daños a niños?

¿Eso es más normal que una persona que ha nacido con un cromosoma más?


Es una obra donde se desnudan las almas y vemos a dos personas: a una madre Olivia que va a tomar una decisión muy dura, y a su hijo, Eugenio, que a pesar de sus silencios y de su aparente falta de entendimiento en según que temas, le va inflando a su madre las ganas de vivir la vida, y de porque no, vivir en la playa.

Un canto sobretodo a la libertad, a la libertad de elegir que queremos que sea de nuestras vidas aunque sea solo en una ocasión, un canto a que aunque la vida nos haya puesto trabas y muchos problemas siempre podemos salir adelante con trabajo y esfuerzo, y creo que no había nadie mejor que Mi Concha para poder llevar a cabo este papel, porque le da tanta realidad, sentimiento y sinceridad, que te emociona a lo más hondo del corazón.

Solo os puedo decir que al comienzo de la obra cuando Olivia entra en escena a mi se me cayeron las lágrimas de la emoción porque hubo un tiempo que pensé que no la volvería a ver, pero como siempre la vida y el destino nos lleva la contraria y tuve la gran suerte de verla, disfrutarla y lo que es mejor guardar ese recuerdo en la memoria de mi vida y en el álbum de los recuerdos especiales.

Gracias a mi chico por ese regalo, por esa experiencia, por esa tarde, por ese paseo, por esa cena y por cada momento que vivimos que me hace crecer como mujer y que mi vida sea como es a día de hoy, feliz a su lado.


Ah!!! y gracias por regalarme Noviembre, una película que llevaba años buscando y que fue una sorpresa para ambos encontrar, vamos que mi cara fue un poema... algo más que sumar a ese precioso 4 de enero de 2015.


Besos rinconer@s y hasta mañana, en el que me va a encantar compartir con vosotr@s mi primera experiencia repostera!!!

:) :) :) :) :)

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