- Disfrutar de los días madrugando, y es que me ha costado porque soy una dormilona por naturaleza, pero me he dado cuenta de que levantándome antes disfruto de los días mucho más y me da tiempo a hacer todo lo que quiero.
- Tirarme de cabeza a la piscina. Y es que se que puede parecer tonto, pero tenía un miedo ahí pegado a la piel que me impedía disfrutar de la piscina plenamente.
Y es que los miedos son solo eso, miedos, y la mejor manera de aceptarlos es afrontarlos... y que buena idea ha sido!!! porque además de aprender a reírme de mi misma con los golpetazos, barrigazos y planchazos, he hecho un deporte increíble.
Gracias a mi primo Mario, por animarme y ayudarme a conseguir este reto.
- Salir a andar sola.
Y es que os prometo que este era uno de mis grandes retos, porque no me gustaba salir sola por miedo, por pereza, llamarlo X, y he descubierto una forma de despejarme, de estar sola, de pensar... y sobretodo disfrutar de todo lo que hay a mi alrededor, y es que triste pero me lo estaba perdiendo, por vergüenza a que la gente me viera.
- Hacer mis recados sola sin necesidad y la obligación de que alguien me tenga que acompañar... y es que muchas veces en mi vida me he buscado yo unos miedos, que a día de hoy que me los he quitado, me preguntó ¿Por qué los tenía?
- Hacer deporte sin complejos y con ganas, y es que esa frase "de que el deporte es adictivo" es cierto.
Para mi los días no son completos ni los vivo igual, sino dedicó de hora a hora y media a hacer ejercicio, y ya no por razones estéticas, sino por salud, por bienestar, por sentirme guapa... y es que últimamente mi cara es el reflejo del alma del momento que estoy viviendo.
Y es que no tengo trabajo pero tengo gente a mi alrededor que me da tanto amor y me hace sentirme tan bien y tan útil, que todo lo malo se me ha volatilizado.
- Quitarme y echar de una patada la vieja vergüenza de bajar sola a la piscina. Y es que la vergüenza es una mala acompañante de vida, solo nos hace sentir mal e inferiores y eso no lo quiero yo para mi.
- Aprender a valorarme, a quererme, a no castigarme, no escondiéndome bajo una capa de kilos. Y es que en mi caso no me los he quitado por estética sino por salud, porque mi espalda ya había llegado un momento en el que me mandó un SOS urgente.
Pero es que os digo una cosa, hace tanto tiempo que no me veía tan guapa que todo esfuerzo es poco y ha merecido y sigue mereciendo la pena, porque la lucha continua.
- Cortarme el pelo, y esto es super importante para mi, porque los complejos con mi nariz son tan grandes que siempre me he visto muy fea, pero mi nariz y yo hemos echo las paces y nos sentimos seguras de ir por el mundo enseñándonos, y el pelo era un paso importante, para mandar este complejo a tomar por saco.
- Tomar conciencia de que gente quiero y necesitó que estén a mi lado. Y es que os digo que tengo una familia, unos amigos/as y un chico que son el verdadero tesoro de mi vida.
Son los que han hecho que esta Natalia vuelva a salir con más fuerza y unas ganas de comerme el mundo, pero comérmelo al lado de la gente que me quiero y que adoro.
Y estos son solo algun@s de los ejemplos de todas las lastras que se ha llevado el caluroso verano, pero eso si os digo que de una cosa estoy segura y es que el frío del invierno no los va a volver a traer y sabéis ¿Por qué?
Porque no quiero y porque en este momento en el que os estoy escribiendo, soy feliz.
Por eso si os digo todavía me quedan muchos retos por cumplir como por ejemplo dejar de beber Coca Cola, pero esas ya vendrán y me encantará compartirlas con vosotr@s, pero de momento ¿No voy mal, no?
Así que con una última frase me despido de vosotr@s hasta mañana: "Esa Natalia acomplejada y triste por fin dice adiós".
Hasta mañana :) :) :) :) :)
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