La escena más bonita

Hay  muchas escenas, momentos, recuerdos, canciones, rincones.... que marcan nuestra vida y creo que esta escena sin duda ha marcado (sí era posible todavía más) mi amor hacia el cine, hacia cada uno de los sentimientos que nos provoca.

Esta escena para mi marca un antes y un después en el mundo de las películas bien hechas, la ternura de la escena; ver a Bardem corriendo por el pasillo y sentir como te tiras con él por esa ventana; la respiración de él mientras vuela por esos campos gallegos tan maravillosos; la música que te hace sentir que estas volando con él en una nube, una nube llena de libertad hacia algo que por desgracias Ramón Sampedro no podía hacer que era salir de su cama, verle como deja volar su imaginación es un regalo, un regalo que nos hizo Aménabar.

Un regalo que nos hizo ya hace unos cuantos años, y que sigo saboreándola y disfrutándola como el primer día, pues cada vez que la veo es como si fuera la primera. Pues, a pesar de que el deseo de Sampedro era morir dignamente, esta película me hace que tenga ganas de vivir y de disfrutar cada uno de los segundos de los que respiró en mis ya 27 años, disfrutar de la gente que quiero, de mis padres, de mi familia, de mis amigos, de mi pareja, en definitiva de la vida.

Feliz vida a todos.