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domingo, 11 de noviembre de 2018

Yo no jugaba a las mamas

En esta época en la que la temporada navideña invade los centros comerciales y los juguetes ya están alojados en sus estantes, fui con mi chico y una amiga a un Alcampo en donde por desgracia volví a reiterar como se sigue apostando por unos juguetes para niñas y otros para niños y eso me hizo pensar y reflexionar sobre mi infancia y juventud, y preguntarle a mi madre ¿Yo jugaba a las mamas?


"Naty hija que va, a ti te gustaban las muñecas pero jugabas a inventarte historias, fabricar casas que luego destruías porque venía un huracán, y las barbies terminaban viviendo en la parte inferior de tu escritorio"

Y me surgieron muchas preguntas:

¿Esos juegos han marcado la adulta que soy hoy en día?

¿Alguna vez he soñado con ser madre?

¿Los juegos pueden marcar los adultos o adultas que seremos de mayores?


Indudablemente los niños o niñas que fuimos marcan nuestra vida y van forjando poco a poco nuestro carácter, y creo que en el fondo desde muy niña no pensé en tener hij@s, simplemente soñaba con tener una vida propia, lo que no significa que ser madre te lo quite, pero la maternidad no es un tema que me haya obsesionado ni obsesiona, es más me siento más presionada por el entorno que por mi propia cabeza.

Tampoco creo que jugar a ser mama marqué que seremos madres en un futuro, pero si creo que los juguetes que tocamos aleccionan.

Veo muy peligroso que las niñas estén abocadas a las cocinitas (aunque no veo nada malo en ellas) porque desde muy pequeñas las vamos aleccionando a que deberán cocinar y ser buenas "amas de casa", y aunque yo creía que esa parte esta sociedad ya la tenía superada, veo que en los últimos tiempos vamos para atrás.

¿Por qué no un niño jugando con un tutu rosa y una niña a dinosaurios?

Quizá toda esta reflexión me la esté inventando o es sensación mía, pero es la realidad que yo veo en los juegos de algunos niños o niñas, en los centros comerciales en su parte de juguetes, en los catálogos de juguetes...

Gracias a mi madre por haberme invitado a jugar y soñar siempre a lo que yo quería porque he sido completamente feliz y eso me ha hecho una adulta plena y por supuesto feliz, con sus altos y bajos, pero feliz. Aunque si os debo ser sincera a pesar de la libertad de mi madre, todavía recuerdo el escándalo cuando quise un tortuga ninja :O

Dejemos a los más peques a jugar sin estereotipos y etiquetas y por favor, no enterréis ese niño o niña que fuimos porque estamos perdid@s.

¿Qué tal habéis pasado el fin de semana?

Muchos besos rinconer@s y espero vernos mañana con más :) :) :) :) :)


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