Que jodido es cuando te das cuenta que has crecido y que la sociedad y tu entorno espera que te vayas acoplando a lo socialmente establecido. Entenderme, crecer no es malo, pero ¿Por qué olvidar esa niña que un día fui, sus juegos, sus deseos, sus sueños? Olvidar a esa niña, es olvidar los sueños que se marcó para cuando fuera adulta. Y llamarme inmadura pero nunca la he dejado que se vaya,
... Cada vez que bailó o cantó, me recuerdo en la cocina de mi casa con el walkman de un autobús amarillo y mis auriculares de tienda asiática imitando ser una estrella
.. Cada vez que voy al cine la recuerdo soñando con un día con estar delante de esa pantalla.
... Cada vez que la recuerdo veo como voy deconstruyendo aquellas erróneas ideas de amor romántico con las que soñaba.
... Cada vez que echo la vista atrás me doy cuenta cómo trata de no imitar modelos que vio en su infancia o no los quiere para ella; pero de otra manera diferente, a la suya.
Viendo la película me di cuenta que últimamente mi cabeza anda con el enfado desbocado. Un enfado que daña a las y los de mi alrededor y a mí misma, pero ¿Cómo volver a ese equilibrio entre todas las emociones, cuando sientes tanta ira? ¿Cómo compensarlos?
Si ha habido una emoción que siempre me ha acompañado es la tristeza, ha habido momentos que en exceso y otros que no tanto, pero lidiar con ella para aprender a saber reconocer la felicidad es un camino que casi 37 años después sigo recorriendo. ¿Por qué tendemos a considerar la tristeza como algo malo? A mí, toda mi vida me ha regulado, pero también es cierto que lleva unos meses conmigo en demasía, provocando que la ira ande descontrolada.
Viendo Inside Out siempre me imagino ¿Será verdad que nuestra cabeza es un mecanismo tan perfecto? ¿Se autorregula así de bien? Porque hay momentos en que yo pierdo el control y no se como volver a hacerlo funcionar, mi cabeza entra en un click en el cual no encuentro punto de retorno.
¿Es posible volver atrás? ¿Cómo corregir cuando te equivocas? ¿Cómo volver a recuperar esos ratos o momentos de felicidad? En eso ando yo últimamente, tratando de regular mi ira, mi tristeza, mis miedos, mi asco y recuperar poco a poco esa Natalia de hace algo más de un año, que por desgracia creo que ha cambiado de forma irremediable.
¿Algún consejo?
Que difícil es controlar la mente o regularla de tal forma que nos haga estar en equilibrio.
Está siendo un año muy duro para todos y todas, y el camino que estamos transitando y en este caso que yo estoy transitando me va a acompañar el resto de mi vida. Por eso trato de hacerlo de la forma más sana conmigo misma y con los que conviven conmigo que no tienen la culpa de nada de lo que me está pasando. Pero como dice mi chico, seguimos avanzando.
¿Qué tal vuestro fin de semana rinconeros y rinconeras? Yo el mío ha sido para olvidarlo, pero desde este rincón dar las gracias a los sanitarios y sanitarias del Hospital Ramón y Cajal de Madrid que ayer tuvieron un trato tanto como mi madre como conmigo increíble. Que poco valoramos la Sanidad Pública.
Un beso muy fuerte y os veo mañana en una nueva semana donde ya son los últimos días de marzo.
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