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jueves, 11 de junio de 2020

Impresionante recorrido virtual por la casa azul de Frida

"Jamás en toda la vida, olvidaré tu presencia. Me acogiste destrozada  y me devolviste entera, íntegra"

En pleno confinamiento, sin fases ni nada por el estilo, una "compañera del metal" como ella me llama - y apuntó, me encanta- me mandó la propuesta que siento hoy en este rincón, hacer un recorrido virtual por la casa azul de Frida Kahlo, porque sabe -porque puedo legar a ser muy cansina- que esa mexicana, su vida y obra me fascinan.

En persona tiene que ser emocionante pisar el suelo por donde Frida paso parte de su vida, pero agradezco este plan y que su casa-museo en México hiciera este regalo en pleno encierro donde además de rellenar horas del día, si lo haces con cosas que te gusten, que gran placer.


Cuando uno o una va profundizando en el conocimiento de la obra de Kahlo y tiene el
 privilegio de conocer su hogar, se descubre la intensa relación que existía entre Frida, su obra y su casa, un lugar lleno de magia y encanto.

Gran parte de su universo creativo se encuentra en la conocida como Casa Azul, lugar donde nació y murió. Aunque cuando se casó como Diego Rivera vivió en distintos lugares, pero siempre regresaba a su casona de Cayoacán.


Esta emblemática casa está situada en uno de los barrios más antiguos de la Ciudad de México, fue convertido en Museo en 1958, cuatro años después de su pronta muerte.

Los objetos personales de Kahlo desvelan el universo íntimo de la artista latinoamericana más reconocida a nivel mundial, porque tanto como ella como su obra eran únicas, con piezas en su mayoría de tamaño pequeño pero llenas de vida, con colores vivos, llamativos, muy reales...


A través de sus espacios más descubriendo parte de su vida privada y de ese universo privado e íntimo que la hacia crear, imaginar, en definitiva, volar. Un sitio donde vivió los peores dolores de su vida y donde volvía siempre como su refugio familiar, ese mundo azul donde encontrar seguridad, paz e inspiración, aunque nada como ella misma para encontrar a su modelo perfecta.


Además esta casa es un Museo, donde podemos encontrar obras de Frida como:

- Viva la vida
- Retrato de mi padre Wilhem Kahlo
- Frida y la cesárea

Y en esta última me quiero detener, porque como os decía ella y sus circunstancias fueron los mejores modelos para sus piezas.


Pintó este cuadro tan desgarrador después de su primer aborto, cuando se encontraba en el tercer mes de embarazo, y es que ser madre siempre fue su gran ilusión, pero por desgracia nunca llegó a cumplirlo por el grave accidente que tuvo de niña cuando iba en un tranvía.

Pintar era para Kahlo como una liberación física y alegórica de su afección y su paso por hospitales durante toda su vida. Ella tenía la gran capacidad de convertir el dolor en expresión, como se puede ver en su pintura, y en la gran mayoría de su obra pictórica.

La historia personal detrás de esta pintura dice que los médicos le dijeron a Frida que si el feto llegaba a un buen tamaño, podrían practicarla una cesárea por lo que la pintura pudo ser empezada antes de la pérdida, con la expresión tanto de miedo como de esperanza. 

Con las esperanzas rotas provocadas por el aborto, dejo la obra inacabada.

A diferencia de otras de sus obras, ésta carece de luminosidad y colores vivos, queriendo mostrar la angustia y el mal momento que estaba pasando.

Gracias "compañera del metal" por acordarte de mi y regalarme sin coste alguno este pequeño viaje, que espero un día poderlo hacer en persona, porque siempre he soñado con ir a México.

En fin rinconeros y rinconeras que si nunca habéis leído o visto nada de la señora Kahlo, por favor no esperéis más y ver la gran mujer que había dentro de esa gran artista, con un carácter y un tesón que la llevaron a superar dolores inimaginables, pero paradojas de la vida, éstos  nos regalaron sus grades obras.

Hace menos de una hora se ha hecho público el fallecimiento de una de las grandes señoras de la escena de este país,  por lo que esta tarde nos volveremos a ver con ella, con La Sarda...

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