Así como sin ruido la serie que siento a estas horas, apareció en el catálogo de HBO, y en casa nos costó un poco arrancar a verla, quizás porque en las últimas semanas no consigo concentrar mi cabeza en nada, pero visto el primer capítulo de Mare of Easttown, supimos que la íbamos a ver, y vaya serie, más fuera de lo común.
Una miniserie de siete episodios que se centra en una detective de un pequeño pueblo de Pennsylvania que investiga un asesinato local mientras intenta que su vida no se desmorone.
LO MEJOR DE ELLA:
- Kate Winslet y ese personaje con una pesada maleta al que da vida. Una maleta repleta de dolores que suplir con un trabajo que no se yo si le apasiona pero si la llena y la hace rellenar huecos vacíos que no consiente que nadie rellene.
Esa mujer que es todo fortaleza y ley, que sabe jugar sus cartas, vapear y huir de las emociones y sentimientos que cualquier cosa la pueda hacer despertar del letargo en el que se encuentra. En ella nada es esperable y por eso este personaje ha sido y es tan especial. Pero sobre todo enseñando a una mujer de verdad, con el paso de los años por su rostro y cuerpo, algo que todas deberíamos agradecer porque nos tragamos ficciones donde las mujeres son totalmente objetizadas.
- Parece la típica historia de chica aparece asesinada y cada persona puede resultar sospechosa, todo mezclado de forma sublime con otro caso de desapariciones que podrían estar conectados. Pero nada en ellos es lo que esperas, ni quien es o quiénes son, ni en el momento en el que se descubre la verdad.
- Un último capítulo lento que parece que nada nuevo va a descubrir porque en los primeros cinco minutos parecen pasar muchas cosas, pero, según van corriendo los segundos, se siguen abriendo las capas de la cebolla de ese aparentemente pueblo tranquilo donde nada ni nadie es como se muestra al resto.
- Un guión sin giros enrevesados en donde solo la verdad de Kate Winslet te hace tener el culo pegado al sofá.
- Ese entorno rural que toma mucho protagonismo, y en donde en vez de coger aire, puedes ahogarte.
- El trabajo de maquillaje y peluquería que en apariencia puede resultar inexistente pero que por eso resulta.
- Un reparto justo, donde todos y todas tienen su porque en ese escenario.
- El final del episodio cinco, que particularmente me dejo con la mandíbula desencajada.
- La relación de Kate Winslet con su madre, alejada de todo lo que pudieras esperar.
- Apostar por un formato de serie corta que hace que todo se viva de forma más intensa.
- El altillo de la casa.
Como deduciréis por lo que escribo con el final de hace un par de semanas, el regusto final de esta historia fue muy satisfactorio, porque nada en ella es policial al uso, tipo True Detective -y oye me declaro fan de la primera temporada- y en donde una mujer toma el protagonismo, lejos de maquillajes, trajes elegantes y modales de exquisito gusto, porque nuestras vidas son mucho más que los estereotipos que nos venden.
¿Os la recomendaría? Por supuesto, porque es de esas joyas de HBO que embellecen el mundo de las series. Muchos besos rinconeros y rinconeras y mañana os veo con la mujer que había detrás con una foto mítica de la historia reciente de nuestro país.
:) :) :) :) :)
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