Powered By Blogger

miércoles, 30 de junio de 2021

El feminismo salva vidas.

Hace unas semanas sentada en una terraza de Aluche con unas amigas, compartí con ellas una situación por la que pasé hace cada día más años, que de forma irremediable la marcó y cambió. A ese compartir con unas mujeres con las que me siento no juzgada, respetada y que tienen la confianza conmigo suficiente como para hacerme alguna crítica, surgió una frase en forma de pregunta ¿En qué puede ayudar el feminismo?

Después de varios días mi cabeza no ha parado de dar vueltas y tantos años después de aquel verano del año 2003, puedo deciros que ojala hubiera conocido el feminismo como le conozco hoy en día a mis 37 años, porque todo hubiera sido diferente, me hubiera podido apoyar en otras mujeres y eso no me hubiera hecho sentir la soledad con la que he dormido tantos años.

El feminismo a mí en particular, me ha ayudado en muchos aspectos:

- De una soledad enorme.
- De un sentimiento de pertenencia a algo más fuerte que yo misma. Desde muy joven sentía que era "rebelde" en determinadas normas sociales no impuestas pero si socialmente bien vistas. Y hoy veo esa bendita rebeldía con alegría pero también con tristeza porque entré en el feminismo algo tarde, pero oye que aquí estoy. 
- Me ha abierto los ojos a situaciones que aunque las tenía naturalizadas me tocaban las narices, y me he dado cuenta que no eran situaciones que las mujeres debamos vivir bajo ningún pretexto.
- Me ha ayudado a ser fuerte y tener unos pilares en los que sostenerme cuando me tiemblen las piernas.
- Me ha ampliado la mente a un mundo donde no solo me defino como feminista, sino que las interseccionalidades que nos pueden atravesar son muy diversas y conforman un abanico que desconocía y, cada día cuando voy descubriendo cosas nuevas me desbordan las rabias del primer momento, pero luego me rellenan de argumentaciones para debatir cualquier apreciación.
- Me ha ayudado a quererme un poco más, querer y respetar mi cuerpo, querer mi forma de ser., tener un sentido de la autocrítica alto..
- Me ha enseñado la historia de las que han venido antes que yo, y a las que les debemos tanto, y solo por esa deuda jamás podemos bajar los brazos porque como diría Simone de Beauvoir: bastará una crisis social o de cualquier índole para que los derechos de las mujeres sean puestos sobre la mesa o en tela de juicio ¿Nos suena, verdad?
- Crear lazos con mujeres que no conozco en persona, pero sus experiencias en determinados temas se asemejan a los míos, por lo que ha dejado de ser un problema mío para ser algo de todas. Y aunque no pensemos igual, respetar, escuchar y aprender.
- Que es lo que no quiero en mi vida, en el amor, en mi relación. Y aquí quiero poner a mi chico como referente de la masculinidad trabajada, asimilada y en constante juicio. El aprendizaje durante estos años no ha sido solo mío, porque juntos hemos ido aprendiendo y estar con mi hombre feminista hace el camino mucho más fácil.
- Me ha implantado unas gafas moradas por las que ver el mundo real, no el que nos quieren vender. Una película, un libro, una serie, una conversación... ya no es la misma de antes y eso me hace seguir aprendiendo como una carrera donde jamás ves el final. ¿Eso significa de dejar de ver cine o leer libros? Ni por asomo, pero si verlos con otro criterio, con otras gafas.

Por eso el título del post dice: el feminismo salva vidas, porque la mía la ha salvado en muchos aspectos y aunque el camino muchas veces no es fácil, las cosas bonitas son más fuertes, mejores y mucho más gratificantes.

Este post de hoy lo había planeado para hablar de la docu serie que ha realizado Rocío Carrasco. Pero creo que ella sin ser consciente ha puesto a nuestra sociedad un espejo que ha ayudado y seguirá ayudando para abrir los ojos a muchas, y mostrarle a esta sociedad que el machismo y el patriarcado sigue viviendo entre nosotras.

Quien me iba a decir a mí hace unos años cuando de casualidad me compré en la FNAC el libro de Nuria Varela: Feminismo para principiantes, mi vida iba a dar un giro enorme, en el que al principio me revolví pero al que he dejado fluir e invadirme. Pero quizás todo esto venía de antes, muchísimos años antes, cuando era una niña y no entendía determinadas normas sociales y me rebelaba contra ellas, sin ponerle otro nombre que "la mosca cojonera". Ahora sé, que ese feminismo nacía y crecía conmigo, a un ritmo lento, quizás, pero con un paso muy firme.

Muchos besos rinconeros y rinconeras por favor no os dejéis vender la moto, el movimiento feminista o feminismo lo único que persigue es la igualdad real entre hombres y mujeres, porque como en el S. XIX diría Mary Wollstonecraft: No quiero que las mujeres tengan más poder que los hombres sino sobre sí mismas. Y ese poder lo da el feminismo.

Hasta mañana.

:) :) :) :) :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario