Muchos años ha estado el libro con el que arrancó la semana en este rincón en diferentes estanterías de mi casa. No se si os pasa a vosotros y vosotras, no sabes el porque pero hay un momento en que le ves y piensas, ahora. Y eso es lo que me pasó con Juana La Loca. La cautiva de Tordesillas de Manuel Fernández Álvarez, cuando hicimos limpieza de libros, le vi y sentí, ya.
Siendo sincera no se que porque motivo no me lo había leído antes, más cuando a mi todos los libros que tengan que ver con la historia del mundo en general y España en particular me interesan mucho.
Antes de nada, que pena me da que a Juana, que hay que recordar que fue regente de Castilla, se la denominé loca. Porque quizás ella padeció alguna enfermedad, pero quien no hubiera acabado enloquecida:
1º Viviendo un encierro de más de 30 años separada de su familia.
2º Siendo tratada como un objeto al que manipular por los hombres solo por adquirir el poder que la correspondía por su línea sanguínea.
Juana de Castilla es consideradas uno de los personajes más conmovedores de nuestra historia, en particular por sucumbir ante una profunda depresión, iniciada por los celos y culminada por la muerte de aquel Felipe el Hermoso que tanto amaba; en parte, también, por ser una víctima del poder, de los que lo ansiaban, que era nada menos que el de la Monarquía más poderosa de su tiempo, el de la España de los viejos tercios y de los conquistadores -a los que a mi me gusta precisar, saqueadores y colonizadores- de América.
Y así fue convertida en una sombra, primero por su propio marido, Felipe el Hermoso; después por su padre, quien la recluyo en Tordesillas, Fernando el Católico. Situación en la que es mantenida por su propio hijo, Carlos V.
Este relato va presentando las desventuras que aquella Reina, que, a pesar de que pudo haberlo tenido todo, no fue ni siquiera capaz de tenerse a sí misma.
Me muestro en bastante desacuerdo con la sinopsis de esta novela, porque a Juana ni siquiera la dieron la oportunidad de gobernar y ejercer el poder, siempre había un hombre que en nombre de ella decidía que iba a ser de su vida:
- Sus padres, cuando la mandaron siendo una adolescente a los Países Bajos a contraer matrimonio con un hombre que no conocía, sin preguntarla. Porque así era la vida de las mujeres, su palabra y voluntad no tenían cabida.
- Su marido, que la utilizó y maltrato hasta sus últimos días. Dicen que ella se volvió loca ¿Perdón? Un hombre que te encierra sin luz ni comida hasta que hagas lo que él quiera, es para por lo menos estar un poquito desquiciada.
- Su padre, que la encerró diciendo que por su bien en Tordesillas, pero no en todo el castillo, sino en sus habitaciones, porque de allí no pudo salir jamás, y cuando osaba a mostrar resistencia fue maltratada. Hechos consentidos primero por su padre y posteriormente por su hijo.
- Su hijo, que por seguir teniendo el poder jamás se planteó dejarla en libertad.
Toda una serie de factores que hacen de la vida de Juana un auténtico infierno, porque no se si estaba "loca" pero fácilmente dado el trato lo pudo acabar.
Un libro que te acerca a testimonios y cartas de la época donde se trata de explicar la vida de esta cautiva, que hasta que falleció fue Reina.
¿Os lo recomendaría? Pues claro, el saber jamás ocupa lugar, y aunque el libro en mi opinión, está escrito desde un tono paternalista, la historia es muy dura, muy injusta y muy irracional, tanto como decían que ella estaba.
Muchos besos rinconeros y rinconeras y espero veros mañana con una mujer magnífica, pero que al igual que Juana fue tratada como una demente.
:) :) :) :) :)
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