Rinconer@s, os presento mi trabajo

En más de una ocasión he comnpartido que trabajo en la ONG Edad Dorada Mensajeros de la Paz.

Pero este domingo de post-cansancio es un día especial para mi, porque os puedo poner cara al trabajo que realizó cada día como parte del equipo del Centro de Familia e Infancia del Barrio de Lavapiés, donde compartimos espacios tres proyectos:

- Aula Cuna: con menores de 0 a 3 años
- Merienda: con menores de 4 a 9 años
- Apoyo Escolar: con menores de 9 a 16 años.

Tres proyectos aparentemente alejados en edades pero con un nexo común muy fuerte, el EQUIPO, porque un trabajo funciona y sale adelante porque hay uno, comprometido, capacitado y con la fuerza, las ganas y la energía de tirar para adelante con todo lo que le echen:

- que hay que hacer una mudanza ahí están nuestros brazos
- que hay que descargar una furgoneta o camión, allá que vamos
- que hay que hacer un video casero para conseguir meriendas y desayunos se hace;
- que hay que bailar se baila;
- que hay que organizar un evento ahí estamos dando lo mejor de nosotras

Con un solo fin, el bienestar de nuestros menores y sus familias, porque sin ellos y ellas el trabajo carecería de sentido.

Y eso es el equipo en el que yo trabajo, un grupo de siete mujeres, que:

- nos podemos equivocar, pero aprendemos
- nos podemos caer, pero nos levantamos con mucha fuerza
- disfrutamos y vivimos nuestro trabajo de una forma muy especial,

Pero sobre todo que sabes que ellas van a estar ahí si las necesitas y ya no solo para temas laborales, porque al fin de al cabo compartimos tantas horas que eso termina siendo vida.

Hace unos meses se lanzó el nuevo reto a Telefónica que entre sus cuatro pilares estaba conseguir el campamento urbano de este año, y de ahí, de ese reto, sale lo que quiero compartir hoy, un video grabado en las instalaciones donde yo trabajo a diario donde se pone cuerpo, cara y alma a nuestro trabajo, a nuestra esencia...

Yo no se verlo sin emocionarme porque detrás de cada imagen, o cada relato hay una historia, una vida.

Con nuestros menores y sus familias tenemos la suerte de compartir horas, trabajo, vida, sin ellos y ellas, repito nada tendría sentido, pero sobre todo sin ellas, sin mis COMPAÑERAS!!!

A las que quiero, admiro pero sobre todo respeto como personas y profesionales, porque son las mejores con las que puedo trabajar día a día.

Solo me sale despedirme con la esperanza de que el día de mañana dentro de muchos años esos niños y niñas recuerden con cariño y amor esos momentos que pasaron con nosotras, y que nuestro trabajo haya servido para que sus vidas sean mucho mejores. Os quiero

Muchos besos rinconer@s y mañana nos vemos

:) :) :) :) :)