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miércoles, 18 de octubre de 2023

Mi amor por el cine viene de películas como La buena estrella

Hace unas semanas llegaba a casa con muy mal cuerpo y ganas de meterme en la cama. Cenando en la mesa con mi madre y mi chico y viendo lo que echaban en la tele esa noche, me encontré en la 2 la película que os siento y que me trae tantas emociones y buenos recuerdos, La buena estrella. Que además sino me falla la cabeza ya la senté hace unos cuantos años por aquí.


Si me leéis sabréis que casi siempre que voy al cine veo cine español, un cine que me enseñó a amar y respetar mi madre desde pequeña y que comencé a cosechar los títulos de mi vida cuando dejaba las edades de una cifra de lado. 

Muchas veces me he sentado a escribir sobre lo especial que es para mi Tesis, ese shock que me voló la cabeza y esas ganas irrefrenables de haber sido Angela. Pero también ese amor viene de La buena estrella. Una película que es retrato de la violencia, el amor, la tristeza, el infortunio, como me gusta definirla, una autopsia del dolor.

Que cuenta con tres personajes, que son tan bellamente interpretados, que es complicadísimo quedarte con uno:

- LA TUERTA.


- EL GUAPO.


- EL BUENO.


Una cinta de Ricardo Franco que nos cuenta la historia de Rafael, un carnicero estéril que lleva una vida triste y solitaria. Un día auxilia a Marina, una muchacha tuerta a la que su novio estaba apelando. Además se aloja en su casa, aun sabiendo que está embarazada. Muy pronto, ambos se plantean cumplir un sueño que hasta entonces les parecía imposible: formar una familia.

Tres personajes, tres supervivientes que llevan una vida de tristeza, infortunios y miseria. Y en ese momento que se encuentran sus vidas cambian y encuentran un hogar después de una vida nada feliz, llena de golpes que les ha hecho ser los adultos y adulta que sn en los diferentes momentos de la película.


Si le pasamos el inevitable filtro violeta, la violencia ejercida sobre la tuerta -el personaje de Maribel Verdú- es injustificable. Haber tenido una vida de mierda no te justifica para pegar a una mujer, y justificarlo como una relación tóxica, menos. 

Y dejando claro este punto, solo puedo decir que volver a verla fue un viaje. Un viaje hacia mi adolescencia en la que tanto disfrutaba con el cine y con el que soñaba dedicarme en algún momento. Un viaje a los momentos vividos con mi madre donde el amor y la cultura eran una constante. Un viaje hasta el centro de mis emociones.

Según he visto la ha subido RTVE PLAY a su página, así que sino la habéis visto darle al PLAY y disfrutar de una de las mejores películas españolas de la historia reciente. Y si la habéis visto, volver a verla, porque os aseguro que todas y cada una de las veces que la veo le saco algo nuevo.

Solo quiero decir adiós a este post, dando las gracias a mi madre por haberme educado en el amor, el respeto y la cultura.

¿Nos vemos mañana con teatro?

:) :) :) :) :)



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