Miércoles noche con el maestro Sacristán: El diputado

Roberto Orbea, que había sido militante clandestino de un partido de izquierdas durante el franquismo, es elegido diputado en las elecciones de 1977. En el momento más importante de su carrera, cuando está a punto de ser nombrado Secretario General de su partido, es víctima del chantaje de un grupo de extrema derecha que amenaza con airear su homosexualidad.

El diputado, la segunda peli que os siento en este miércoles noche, la descubrí por casualidad un domingo por la noche en el programa semanal de la 2 que se llama Los imprescindibles, y que justo ese domingo hacia un recorrido por la vida y trabajo del maestro José Sacristán, un genio de nuestra cultura que trabajo tras trabajo nos demuestra como el amor por la profesión es un valor en alza con el paso de los años. Y así durante su emisión, entre los muchos títulos que se compartieron de los años de trabajo de Sacristán, dijeron la peli que os siento. Y tanto mi chico y yo nos pusimos cara: la vamos a ver.

Y como os dije hace unos días, una calurosa tarde de agosto en el catálogo de Flix Olé la buscamos y vimos una peli que es historia viva de nuestro país, del que muchas veces hay algunos y algunas que pretenden poner otro nombre a lo que fue una dictadura de casi 40 años, y todo lo que padecieron los y las que no tenían el pensamiento ni los ideales del régimen. Si encima le sumamos la homosexualidad, que la peli tiene 43 años por lo que hacía muy poco que había fallecido el dictador hace de la peli un relato todavía más fuerte en cuanto al argumento, las escenas y los cantos de eterna libertad que querían muchos y muchas españolas que durante años habían soñado con una España libre del dictador y sus secuaces.

Aunque con la muerte del dictador ¿Toda esa maquinaria se acabo?

Una película con claros tintes políticos pero que también habla de libertad de vivir, amar y follar como nos salga del alma, de los poros, del corazón... sin tener que ser juzgados o juzgadas por quiénes compartimos nuestra cama.

Unas escenas de alto voltaje que a mí no me sonrojan pero que para la época tuvieron que ser la bomba, y en donde Sacristán enseña el actor que es, como es capaz de dar vida a un personaje, dotándolo de personalidad, piel, alma, cuerpo y voz. Una voz deseando salir del pecho disparada pero que el miedo sigue atenazando.

Ese bucle en el que se mueve, en casa al principio nos dejo un poco despistados, pero a medida que iban pasando los minutos lo fuimos entendiendo hasta llegar a un final que a mi me puso los pelos de punta y deja una pregunta en todo lo alto, que solo nuestra imaginación y las circunstancias que se nos narran hasta llegar a ese momento nos podemos preguntar ¿Qué va a suceder con Roberto?

Me encanta ese cine comprometido con la historia y la verdad, porque aunque muchas veces le pongan otros nombres, esta solo tiene un camino. Por lo que os invitó a que si tenéis Flix Olé la pongáis y la disfrutéis, y sino lo tenéis por 2,95€ podéis disfrutar de un catálogo de cine español de absoluto infarto.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y ahora sí en que sí, hasta mañana 

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