¿Quién fue María Goyri?

 "Y una mañana he entrado en la 

vieja casona de la calle San Bernardo.

Mezclados con los muchachos,

centenares de jovencitas discurren

por los pasillos. Son muchas.

Vaya usted una mañana a la Universidad;

así podrá usted comprobar que

nuestra causa ha triunfado"

Siento una alegría muy grande de sentar en el post de hoy a una mujer que fue:

- Escritora

- Investigadora en el campo de la literatura española

- Filóloga

- Profesora

- 1ª alumna en la Facultad de Filosofía y Letras en 1892

- Doctora

Hoy siento a una de esas mujeres que fue de suma importancia en el papel que jugaron en la historia de la educación de nuestro país, las primeras mujeres que acudieron a la Universidad, las dificultades que padecieron para matricularse, para asistir a las clases donde debían ir acompañadas por un bedel o profesor, sin poder relacionarse con el resto de sus compañeros, y ni aún cedieron en su empeño, terminando sus estudios.

¿Quién fue María Goyri?

Nació en Madrid en 1873, y su nombre fue María Amalia Vicenta Goyri.

Gracias a los múltiples viajes que realizó su madre, a los 12 años tuvo la oportunidad de haber podido residir en diferentes provincias como Vizcaya, Ávila o Burgos.

Alumna destacada en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer. Desde donde tuvo un gran ascenso, siendo aclamada por el profesorado con premios y teniendo a la vez una oposición muy alta, porque en esos tiempos la formación de la mujer en España era un auténtico tabú.

En 1893, logró matricularse en la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, cuando aún estaba vetada la entrada a las mujeres, pero consiguió alcanzar su doctorado con tanto prestigio, no tardando en ofrecer conferencias, en las que conoció al filósofo Ramón Menéndez Pidal, con quien acabo casándose en 1900, y eligiendo como viaje o ruta de novios, la de El Cid, empapándose de los escenarios que tanto habían leído. En ese viaje, en una parada en Burgos de Osma, mantuvieron una conversación con una lavandera que les puso en la pista sobre una cuestión que les cambiaría la vida. Un romance desconocido que narraba la historia del príncipe Juan.

El valor histórico de las coplillas populares despertó en ellos una vena filosófica que nunca abandonaron, compaginándolo con:

- La enseñanza, trabajó como profesora en la Residencia de Señoritas.

- Ayuda a los más desfavorecidos o desfavorecidas.

- Amor a la cultura española.

Con el estallido de la Guerra Civil, los sectores más reaccionarios vieron su labor como un peligro ¿Por qué? Porque una población culta podía ser peligrosa, ya sabéis tener criterio y opiniones propias, y así  claro ser menos manipulable o engañable.

Fue acusada de verdaderas barbaridades por Enrique Suñer. Pero como en otros casos, la historia ha colocado su obra bajo la sombra de su marido, pero Goyri, fue una de las figuras femeninas más reconocidas de comienzos del siglo XX.

Entre sus obras encontramos:

- Crónicas de feminismo.

- El difunto pleiteado.

- Don Juan Manuel y los cuentos medievales.

- Romancero tradicional de las lenguas hispánicas.

María tuvo una personalidad rica y multifacética, tanto en la esfera de la enseñanza, en su labor social,  en su actividad investigadora, en su relación con la época que le tocó vivir con las mujeres de su entorno, con la Institución Libre de Enseñanza, fundamental en su trayectoria personal y profesional.

En su desarrollo como os comente al principio, tuvo un papel clave su madre, que se preocupó y ocupó en la educación de su hija, proporcionándola los medios para una educación inclusiva y avanzada para la época.

Una mujer que la época la considero peligrosa por el simple hecho de ser inteligente y quería que el resto de las personas tuvieran el acceso a una educación que les llevará a ser personas que pudieran pensar por si mismas, algo tan primordial pero tan peligroso para otros u otras.

Gracias por la aceptación y los clicks a los post de mujeres, solo sacándolas a la luz les devolveremos el sitio que se merecían y que las quitaron.

Muchos besos rinconeros y rinconeras y recordar María Goyri.

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